LUIS SALAZAR
México tenía tres desafíos ante Nigeria: anotar goles, ganar su primer partido del año y mejorar en la confianza para los juegos eliminatorios y la Confederaciones. Tuvo algunas mejorías pero no las suficientes y apenas rescató el empate por 2-2.
En el ataque, México mejoró en lapsos. Logró anotar dos tantos, algo positivo porque en todo el año apenas había metido tres goles. Tuvo momentos de futbol ofensivo, pero fue intermitente en gran parte a una expulsión de Barrera, algo rigorista, que los perjudicó.
Primero atacó por las bandas con Barrera y Guardado, centros para de Nigris y Chicharito, que fueron la pareja en al ataque. Así, en un centro raso de Pablo, Hernández apareció sólo en el área, entre dos defensores y anotó el primer gol. Parecía que el Tri se perfilaba a la victoria porque era superior.
Pero una jugada cambió todo y echó abajo el juego controlado del Tri: Barrera, en el área, metió la mano en un tiro y el árbitro marcó penal y lo expulsó. Brown cobró el penal y empató. Con un jugador más Nigeria dominó y no tardó en adelantarse en un disparo de Ugochukwu que desvió Torrado y le fue imposible de detener a Corona. En 10 minutos los africanos tenían la ventaja.
El medio tiempo le sirvió al Tri para reordenarse, reforzar la defensiva e intentar empatar en un error de Nigeria, el cual llegó. Salcido centró por la banda izquierda y sólo en el área apareció el Chicharito y empató el juego.
Es un empate a dos goles agridulce para el Tri, que sigue sin ganar en año. Ahora, se acabaron las pruebas y llegan los juegos que sí importan, los eliminatorios. El martes, Jamaica los espera en su casa. México tiene la misión de ir, sacar el carácter y ganar para no rezagarse en la clasificación al Mundial.
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