La convocatoria de la Selección Argentina para la Fecha FIFA de octubre ha dejado una de las historias más conmovedoras del fútbol reciente. Lautaro Rivero, defensor central zurdo de River Plate, vivirá su primera experiencia con la Albiceleste a los 21 años, tras un año de ensueño que lo llevó de la venta ambulante a compartir vestuario con Lionel Messi.

De los alfajores al Monumental
Hace apenas un año, la vida de Rivero era radicalmente distinta. En su cuenta de Instagram, el joven futbolista compartió imágenes de su pasado como vendedor ambulante, una etapa que recuerda con humildad.
“No solo vendía alfajores, también flores y cuadernos. Iba al mercado central o a la feria para ayudar a mi familia”, contó en una entrevista con Fox Sports Radio.
Mientras muchos de sus compañeros disfrutaban de vacaciones, Rivero trabajaba largas jornadas en la calle para apoyar a los suyos. Sin embargo, nunca abandonó los entrenamientos con River Plate:
“Sabía que solo con el entrenamiento matutino no alcanzaba. Fue un proceso que me marcó la vida, pero jamás dejé de luchar”, expresó.

Un ascenso meteórico con sello de sacrificio
Formado en las inferiores del conjunto ‘millonario’, Rivero fue cedido en junio de 2024 a Central Córdoba, donde brilló con luz propia. Su rendimiento en la Copa Argentina y en la histórica victoria por 1-2 ante Flamengo en la Copa Libertadores convencieron a Marcelo Gallardo, quien decidió interrumpir la cesión antes de tiempo.
“Si hay un futbolista a préstamo que funciona y creo que nos puede dar una mano, se lo rescata”, explicó el entrenador, quien destacó la madurez del defensor de 1,85 metros.
Desde su regreso, Rivero se ha consolidado como titular en la zaga central de River Plate y ahora recibe el premio mayor: una convocatoria a la Selección Nacional.
“Rivero es un jugador que ya se ganó el lugar y fue convocado a la Selección. Eso no es poco”, sentenció Gallardo.

Orgullo, familia y humildad
Pese a su meteórico ascenso, el joven no olvida sus raíces ni su principal objetivo: el bienestar de su familia.
“Mi primer objetivo es poder ayudar a mi familia. Somos muy humildes y sacrificados. Lo primero que quiero es que estén mejor y tengan todo lo que se merecen”, confesó antes de su debut con River.
De la calle a la Selección
La primera convocatoria de Lautaro Rivero representa mucho más que un logro deportivo. Es la prueba de que el esfuerzo, la constancia y la fe en uno mismo pueden transformar cualquier historia. Desde vender alfajores en la calle hasta entrenar junto a Lionel Messi, el defensor encarna el espíritu de superación que hace grande al fútbol argentino.





