El Atlético de Madrid afronta esta noche en el Metropolitano un partido con aroma a ultimátum. Tras sumar apenas 6 puntos de los últimos 15 posibles, los de Simeone necesitan reencontrarse con la victoria para despejar dudas antes del choque más esperado de la semana: el derbi ante el Real Madrid del próximo sábado.
Enfrente estará un Rayo Vallecano que llega con la misma urgencia: apenas una victoria en lo que va de LaLiga y la sensación de que los méritos superan con creces a los puntos acumulados. Un derbi madrileño de alto voltaje, con ambos equipos obligados a reaccionar.
La presión sobre el Atlético
“Sigo creyendo al 200% en Simeone”, aseguraba Miguel Ángel Gil, consejero delegado rojiblanco, en las últimas horas. El respaldo al técnico argentino es total, pero los resultados presionan a un proyecto que no ha arrancado con la solidez esperada.
La principal urgencia es el gol: solo seis tantos en cinco jornadas. Sin Sorloth, sancionado, la responsabilidad ofensiva recae en Julián Álvarez, a la espera de que recupere su mejor versión. A su lado, Griezmann necesita romper su sequía goleadora (lleva 198 goles con el Atleti) y otros jugadores ofensivos deberán dar un paso al frente.
El dato es revelador: el máximo goleador del equipo en este arranque es Marcos Llorente, lateral derecho, con dos tantos. Un síntoma preocupante para un equipo que aspira a competir por todo.
El Rayo también llega herido
Los de Íñigo Pérez aterrizan en el Metropolitano con 5 puntos en su casillero, tras rotar en el último duelo ante el Celta pensando precisamente en este partido. Pep Chavarría y Unai López volverán al once inicial, mientras que Pathé Ciss se mantendrá como central improvisado.
El equipo vallecano también necesita transformar sus buenas sensaciones en victorias. Con el estreno europeo a la vista, un triunfo en el Metropolitano supondría un espaldarazo moral enorme y un impulso clasificatorio vital.




