El sol caía con suavidad en la Isla de Mauricio, teñida de calma, cuando los Leones Indomables de Camerún llegaron con el nervio del que sabe que una victoria puede cambiar su destino. No fue un triunfo espectacular, ni un partido para el recuerdo, pero bastó: 2-0 ante el modesto conjunto local en el estadio de Moka. En ese escenario íntimo, sin grandes bullicios, Camerún sumó tres puntos de oro que lo mantienen vivo en la pelea por una plaza mundialista.
Sin brillar pero con eficacia, el equipo de Marc Brys sentenció el duelo con dos goles bien concretos: primero el oportunismo de Moumi Ngamaleu, luego el golpe final de Bryan Mbeumo. Ese marcador no solo reflota la esperanza, sino que también le permite aprovechar el empate de Cabo Verde y convertir lo que parecía imposible en una chispita de ilusión. Porque en las Eliminatorias Africanas, a veces basta con aguantar hasta último momento.

Ahora Camerún se enfrenta al vértigo: para clasificar directamente al Mundial 2026 deberá vencer a Angola en la jornada final, y también esperar que Cabo Verde tropiece ante Eswatini. Si no se dan esas circunstancias, el boleto directo se esfuma y quedará la alternativa de los playoffs. En ese escenario pendular están hoy los Leones Indomables, con el alma crispada, pero aún con vida.
Un triunfo sin lujos: cómo se gestó la victoria
El trámite del partido no fue relajado ni abrumadoramente dominado, pues Mauricio se defendió con orden aunque sin capacidad ofensiva. Pero cuando la defensa local cometió un error, Camerún lo aprovechó con frialdad. Al minuto 57, un pelotazo larguísimo de Carlos Baleba, de unos 50 metros, buscaba encontrar a Christian Bassogog; la defensa rival se enredó, Jordan François quiso despejar y el rebote le quedó a Moumi Ngamaleu, quien empujó el balón al fondo de la red. Aquella jugada que nació de la mitad de la cancha se transformó en el 1-0 que abrió el camino.

Ya con ventaja, los cameruneses gestionaron el ritmo, bajaron un poco la intensidad, pero sin renunciar a la verticalidad. En los minutos finales, cuando Mauricio ya estaba exhausto, emergió Bryan Mbeumo: al 90+2, en plena agonía, remató con precisión para firmar el 2-0.
Ni siquiera la presión del momento pareció desgastar al equipo visitante. Aunque no fue una exhibición de dominio absoluto, el equilibrio entre control y paciencia fue suficiente. En redes sociales, fanáticos cameruneses tuiteaban mensajes de aliento al ritmo de “¡Todavía podemos!”, mientras miembros del plantel celebraban con mesura el triunfo. Esa reacción contenida pareció reflejar la consciencia de que quedan semanas cruciales.

¿Qué le espera a Camerún en esta recta final?
Con estos tres puntos, Camerún llega vivo al último episodio de la fase de grupos. En la tabla del Grupo D, marcha con 18 unidades, frente a los 20 de Cabo Verde. Para subir al primer lugar, necesita derrotar a Angola en la última jornada y esperar que Cabo Verde no logre imponerse ante Eswatini. Si los isleños ganan, mantienen su primacía. Si empatan o pierden, Camerún podría asaltar el liderato. Pero si queda segundo, deberá amarrar su pase por los playoffs que determinarán el décimo cupo africano para el Mundial 2026.
Ese sistema clasificatorio —nueve clasificados directos, más un playoff entre los mejores segundos— hace que cada punto cuente doble.





