Cabo Verde vivió una jornada inolvidable luego de asegurar su clasificación a una Copa del Mundo por primera vez en su historia. El país entero celebró el logro deportivo con un gesto gubernamental inédito: el presidente José Maria Neves decretó un día de asueto nacional para que la población pudiera disfrutar y acompañar el partido decisivo ante Eswatini.
Inicialmente, la medida contemplaba solo una “tolerancia de punto” —una especie de permiso laboral— para la isla de Santiago a partir de las 12:00 del lunes 13 de octubre. Sin embargo, ante la expectativa y el fervor popular, el gobierno amplió la decisión a todo el territorio nacional. Así, comercios, escuelas y oficinas públicas suspendieron actividades desde el mediodía para que nadie se perdiera el histórico encuentro.

¿Cómo fue el partido?
El partido se disputó en el Estadio Nacional de Praia, con una atmósfera de fiesta que trascendió lo deportivo. Calles vacías, negocios cerrados y pantallas gigantes en plazas públicas marcaron la jornada. Desde temprano, miles de personas se congregaron en puntos estratégicos para seguir el juego en comunidad, como si se tratara de una final continental.
En el plano deportivo, Cabo Verde selló su clasificación con una contundente victoria 3-0 sobre Eswatini. Aunque el primer tiempo fue parejo, la selección local rompió el cero en el complemento y desató la euforia nacional. Los goles de Dailon Livramento, Willy Semedo y Stopira convirtieron el estadio en un auténtico carnaval futbolero.

El resultado permitió que Cabo Verde terminara como líder de su grupo en las eliminatorias africanas, superando incluso a Camerún. Con ello, aseguró su boleto directo al Mundial 2026 y se convirtió en la tercera selección debutante confirmada para la próxima edición del torneo.
La decisión de declarar el asueto nacional tuvo un fuerte impacto simbólico. No solo permitió que los ciudadanos acompañaran a su selección, sino que reforzó el sentido de unidad nacional en un país de poco más de medio millón de habitantes. Fue una manera de reconocer que el futbol, en ocasiones, trasciende las canchas y se convierte en un motivo de identidad colectiva.

Festejos por toda la nación
Los festejos continuaron hasta entrada la noche. Calles de Praia y otras ciudades del archipiélago se llenaron de banderas, cánticos y caravanas. La población celebró con orgullo una clasificación que parecía impensada hace apenas unos años, y que hoy marca un antes y un después en la historia del deporte caboverdiano.
Con esta medida y la clasificación consumada, Cabo Verde no solo hizo historia en el futbol, sino también en la manera de vivirlo como nación. El día de asueto se recordará como el momento en que todo un país se detuvo para soñar junto a su selección.





