CÉSAR HERRERA
Demasiadas expectativas y una gran dosis de tensión. La Fórmula Uno vive su primer fin de semana de 2012 con la ansiedad por conocer el verdadero nivel competitivo de los equipos.
Las escuderías necesitan saber con urgencia dónde se encuentran respecto a sus rivales bpara iniciar, de inmediato, la larga carrera de las mejoras y actualizaciones a los autos.
Los entrenamientos de pretemporada, como de costumbre, poco pueden servir como referencia.
Las verdaderas armas están guardadas para esta noche, btiempo de México, cuando los autos ofrezcan un vistazo inicial de su real capacidad en la primera práctica libre del Gran Premio de Australia.
Sebastian Vettel y Red Bull son, por supuesto, favoritos a retener sus títulos del Mundial de Pilotos y Equipos, respectivamente.
Son la mejor combinación piloto-escudería de la parrilla, poseen la binercia ganadora de los últimos dos años y serán la referencia para los demás.
Pero Red Bull guarda algunas incógnitas: ¿Será en 2012 tan dominante cómo el año pasado?, ¿qué tanto permitirá que se acerquen sus rivales directos —lease McLaren, Ferrari y Mercedes—? McLaren luce como el oponente más serio para Red Bull, Ferrari es motivo de interminables dudas y Mercedes parece confiado de haber dado un importante salto de calidad.
Habrá que ver. Mientras la zona alta de la parrilla decide quién es el valiente que pondrá freno al ‘chico maravilla’, los equipos medianos librarán una lucha durísima y de pronóstico reservado.
Lotus, en teoría, es el más fuerte de este grupo, mientras que para Force India y Sauber meterse a la zona de puntos sera una victoria.
Ojo, Toro Rosso y, sobre todo, Williams, no pueden descartarse en esta batalla de cada carrera.
Por último, mientras que Caterham promete dar un paso adelante, Marussia y HRT deberán enfocarse únicamente en completar pruebas y ganar fiabilidad.
Este fin de semana, Melbourne dará el primer adelanto de cómo será el Campeonato Mundial de F1 en 2012 pero, atención, el Albert Park australiano es una pista poco usual y que se presta para las sorpresas. Que no se descarten.
