Vestido y alborotado

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El argentino Martín Palermo estaba apalabrado para dirigir a un equipo del futbol mexicano, en caso de que dicho cuadro no calificara a la Liguilla; sin embargo, como la institución en mención logró meterse de último minuto a la Fiesta Grande, el timonel tendrá que esperar turno, con la promesa de que lo van a seguir de cerca y que cuando las circunstancias se presenten lo traerán al futbol mexicano. Hace dos semanas, Palermo ofreció una entrevista a RÉCORD desde Argentina, donde dijo que le seducía el poder dirigir en México, ya que en ese momento todo apuntaba a que el equipo que lo quería no calificaría y las cosas estaban adelantadas. Dice la gente cercana a Palermo que la ciudad donde juega el cuadro que lo buscó le llamaba mucho la atención porque ahí la vida es más sabrosa.

Repiten estrategia

Sabedores de que Jaguares pagó cinco millones de dólares por Silvio Romero, la dirigencia de River Plate apostará a la misma estrategia que utilizaron hace algunos años para hacerse de los servicios de Teófilo Gutiérrez, cuando el colombiano pertenecía al Cruz Azul. La misma consiste en seducir al jugador para que éste a su vez presione a la directiva para que le permita regresar y poder jugar con el River Plate. Los argentinos saben que en México el precio del ‘Chino’ será por arriba de los 8 millones de dólares y por supuesto que no quieren pagar esa cantidad, por ello ya empezaron a mandarle mensajes a Romero para que el delantero haga gestiones ante Carlos López Chargoy y el precio sea reducido.

Promesa

La empresa automotriz Audi está a punto de inaugurar una planta en la ciudad de Puebla y la promesa de los dirigentes es que el próximo año traerán al Bayern Munich a jugar un amistoso al Estadio Cuauhtémoc, aprovechando que Audi es uno de los dueños del equipo germano. De acuerdo a Matias Rustt, vicepresidente de Recursos Humanos, a la empresa no le interesa patrocinar a ningún equipo en México; lo único que quieren es agradecer a los poblanos con la presencia de un rival que cobra arriba de cinco millones de dólares por amistoso.