SALVADOR RODRÍGUEZ
Juan Manuel Márquez le sonríe a la vida. El boxeador mexicano no quiere lamentarse más por aquella innombrable injusticia que vivió apenas el mes pasado. Prefiere reflexionar, sentirse satisfecho, recordar los gratos momentos que le brindó este 2011, en el que llegó a los cuernos de la luna y puso el apellido Márquez como uno de los referentes del boxeo mexicano.
Hoy, el Dinamita disfrutará sus logros al lado de su familia, con aquellos por los que día a día se levanta muy temprano a partirse el alma con el mejor ánimo de hacer historia y brindar alegría, aquellos que lleva en su corazón.
"Puedo decir que a este año le faltó la cereza al pastel”, expresó Juan Manuel, de 38 años, como queriéndose aún lamentar porque los jueces no le dieron un merecido triunfo cuando enfrentó al astro mundial Manny Pacquiao en Las Vegas.
"Sólo me gustaría que la gente recuerde ese momento que yo tengo siempre en la memoria, que lo vuelvan a vivir y lo disfruten tanto como yo, porque esa noche México volvió a la cima del boxeo”.
Juan Manuel luce elegante, tanto como su estilo de pelea en el cuadrilátero, el mismo que se le indigestó una vez más al ‘Demonio’ de Filipinas. Y vaya que la ocasión lo amerita. Esta Navidad, el ‘Dinamita’ agradecerá por todas las bendiciones, pero también por tener la oportunidad de llevar en su piel los aplausos, los gritos, la fe de sus fanáticos.
"En resumen puedo decir que fue sensacional sentir el cariño de la gente; pasarán los años y la gente recordará cómo le ganamos a Pacquiao, recordará que un mexicano resolvió el crucigrama; y cada que lo recuerden, se deben sentir muy orgullosos de ser mexicanos, de ser guerreros, de poder triunfar en lo que hagamos, porque así me siento yo por ellos”, agregó Rafael Márquez Méndez en sesión especial con RÉCORD.
