La Guerrera Torres hace historia

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ROBERTO ALARCÓN

Era tiempo de hacer historia. Ante un lleno total en el Gimnasio Auditorio de Cabo San Lucas, Ana María La Guerrera Torres hizo efectiva su defensa del Campeonato Supermosca del Campeonato Mundial de Boxeo (CMB) ante la argentina Marisa Portillo; escribió con letras de oro su nombre en la historia del boxeo femenil al resguardar su título por décima ocasión, única mujer en conseguir esta hazaña.

La campana sonó y las acciones comenzaron. Un primer round cauteloso por parte de ambas púgiles, quienes estudiaban cuidadosamente cada movimiento de su rival; expectación absoluta se vivía en el inmueble.

El segundo episodio fue la calca del primero. Nada para nadie aún, pero La Guerrera comenzaba a tomar la iniciativa y a presentar las mejores combinaciones de la noche.

Con el rostro prácticamente enrojecido salió Marisa al tercero, pero sólo era cuestión de tiempo para que Ana María pasara a la historia.

En el cuarto asalto, Torres apretó el acelerador, y ya era notable la superioridad de la mexiquense para el quinto episodio. Portillo no descifraba la pelea y sólo mostraba pequeños destellos en sus golpes; Torres prácticamente daba cátedra arriba del ring y la sudamericana aguantaba los embates y la poderosa derecha de la peleadora azteca.

Para el sexto, a Marisa la salvó la campana tras recibir, en varias ocasiones, tanto la derecha como la izquierda de La Guerrera sobre su rostro, que la hacían tambalearse sobre la lona.

En el séptimo la argentina, no metía ni golpes, ni las manos. Ana María sólo esperaba el momento indicado para acabar con su contrincante. Para el octavo y noveno round, la argentina se ‘trenzaba’ de Ana para no recibir más castigo de la mexicana.

Pese a que no llegó el nocaut por parte de Ana, la pelea fue claramente dominada y en el último asalto, salió a entregarse para que los jueces al finalizar el pleito declararan su victoria por decisión unánime, con triple puntuación final de 100 a 89.