Margarito y Cotto, por la cima del boxeo

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SALVADOR RODRÍGUEZ | NUEVA YORK, EU

Junto a la posibilidad de lograr un triunfo que lo ponga en la cima del boxeo, con el título mundial Superwelter a cuestas, el mexicano Antonio Margarito tiene un objetivo aún más importante ante el boricua Miguel Ángel Cotto, en el legendario Madison Square Garden neoyorquino: limpiar su imagen.

Tres años y medio después de su primer enfrentamiento en Las Vegas, en el que el mexicano se repuso de un inicio titubeante y terminó por avasallar el orgullo del puertorriqueño, para quitarle el invicto y el cetro unive rsal de los Welters, hoy, Cotto llega nuevamente como favorito.

Pese a su triunfo en julio de 2008, Margarito no es favorito por tres circunstancias: primero, porque muchos creen que en su primer pleito pudo usar un vendaje con una sustancia parecida al yeso, que le fue descubierto antes de su pelea ante Shane Mosley, en enero de 2009; segundo, porque una operación en el ojo derecho estuvo cerca de dejarlo sin pelear en la Gran Manzana, e incluso es un enigma qué tan bien puede estar; y tercero, porque muy pocos creen que se reponga de la golpiza que le dio Manny Pacquiao hace un año, y en la que re sultó con el pómulo derecho fracturado.

Miguel Cotto no sólo busca ante Margarito mantener su invicto en Nueva York , donde 18 mil seguidores esperarán su noveno triunfo, sino cobrar venganza de una victoria que para él no fue limpia, pues una y otra vez mostró fotografía s durante la promoción, en las que asegura se ve que Tony usó ye so esa noche en la ciudad del juego.

Antonio Margarito quiere limpiar su imagen y ha aceptado el juego del orgullo del de Caguas, Puerto Rico.

Sabe que un triunfo lo reivindicará en el deporte de los puños, le regresará su credibilidad y, además, dejará en claro que est á tan apto para pelear como hasta antes de sus cirugías.

Con todo esto en escena, hoy, Cotto y Margarito vuelven a verse las caras; vuelven a dar vida al legendario ring del Madison Square Garden, reviven la rivalidad México y Puerto Rico, vuelven a defender su orgullo y su pasión por el deporte. Vuelven por un triunfo que les dé eso por lo que todo mundo pelea: un poco de gloria.