Pablo Sánchez abandona sueño F1; se enfocará en EU

| MIGUEL PONTÓN

CÉSAR HERRERA

Como ya lo había hecho antes, el automovilismo pone a prueba una vez más a Pablo Sánchez. Acostumbrado a remar contracorriente, el piloto mexicano tiene de frente un reto mayúsculo: relanzar su carrera deportiva. Además, debe hacerlo en un lugar ajeno a él –Estados Unidos–.

Sánchez estaba llamado a dar continuidad al proceso de ‘llegada’ de mexicanos a la Fórmula Uno, que recién inició Sergio Pérez, y que buscará continuar Esteban Gutiérrez.

Pablo se ganó a pulso un test con Ferrari a finales de 2009, lo que hizo pensar en un futuro brillante para él, con miras al Gran Circo. Pero un 2010 desastroso en la GP3 Series derribó su sueño. Le es difícil admitirlo, pero la F1 ha salido de sus aspiraciones.

"Trabajé para llegar a F1 (…) me costó mucho trabajo aceptar que ya no es para mí; pero me costaría más trabajo dejar las carreras fuera de mi vida”, explica Sánchez, en una de las mañanas que, alejado de las competencias, aprovecha para entrenarse en go-karts.

Pablo corrió dos temporadas de F3 Italiana y una de World Series. Y en su currículo cuenta con esa sesión de pruebas que hizo para Ferrari en Jerez, España. Pero el catastrófico 2010, en el que fue víctima de sus errores y de un equipo sin pies ni cabeza, le pasó una factura demasiado alta: se quedó sin lugar en Europa. Y, en automático, la F1 se ha perdido de su ruta.

"El año pasado mi error más grande fue querer resolver los problemas de mi equipo (AddaxTeam) por mi cuenta, y eso no llevó a nada”, dice. Pablo afirma que la escudería estaba concentrada en apoyar a Checo Pérez en su ‘ascenso’ a F1, mediante la GP2, que desprotegió la GP3.

"También perdí mucho tiempo para decir ‘vamos a enfocarnos a otra cosa que no sea F1’”. Así las cosas, Sánchez ha tenido que reprogramarse. Quiere seguir siendo piloto profesional, pero con Europa descartada; su mirada está ahora en Estados Unidos, en la IndyCar, primero, mediante la IndyLights.

"El camino para llegar a la IndyCar es factible”, señala. "Si no era F1, mi tirada no era nada más. Y las cosas se iban dando, pero uno nunca puede decir nunca. Quien sabe, quizá después pueda estar celebrando unas 500 Millas de Indianápolis”.