MANUEL ABARCA
El Tour de Francia ha comenzado envuelto en la polémica, luego de los constantes casos de dopajes que han sido revelados en los últimos años. Por lo que su edición 100, es el escenario ideal para dejar atrás la mala reputación y comprobar que las nuevas generaciones de ciclistas no consumen sustancias prohibidas para lograr la victoria.
El objetivo no será fácil, ya que cada año, la reputación del ciclismo mundial es puesta en entredicho con la más mínima declaración sobre el tema, ya que cobra un repercusión mundial gracias al Tour, que atrae todos los reflectores mediáticos.
Incluso, cada ganador tiene más cuestionamientos que reconocimientos por haberse llevado la victoria.
Sin embargo, qué fue lo que los llevó a tener que limpiar el nombre del ciclismo.
Sin duda, el hecho de que desde 1996 a 2005 todos los ganadores han sido acusados de doping, y entre ellos, su máximo exponente, Lance Armstrong, ganador de 7 carreras entre 1999 y 2005, fue lo que derrumbó la credibilidad del deporte.
El ciclista estadounidense fue suspendido de por vida por la Agencia Estadounidense de Dopaje (USADA) en 2012, luego de publicar un informe donde revela que el equipo US Postal, al que pertenecía Armstrong, utilizó el programa de dopaje más elaborado, profesionalizado y exitoso jamás visto en el deporte.
Posteriormente, la Unión Ciclista Internacional (UCI) respaldó el informe en contra de Lance al despojarlo de sus siete títulos y suspenderlo de por vida.
Armstrong no tuvo más remedio que confesar, pero no fue hasta enero de 2013 en entrevista con Oprah Winfrey admitió haber consumido sustancias prohibidas para ganar el Tour de Francia y puso fin a varios años de desmentidos.
A partir de eso, muchos patrocinadores le dieron la espalda, perdiendo millones de dólares, además de enfrentar diversas demandas.
Pero Lance Armstrong no fue el único, el Tour de Francia ha sido testigo de muchos casos de dopaje que mancharon el nombre del ciclismo.
Bjarne Riis
El danés ganó el Tour de Francia en 1996, Sin embargo, el 25 de mayo de 2007 confesó haber consumido EPO para mejorar su rendimiento durante cinco años, entre 1993 y 1998.
Jan Ullrich
El ex ciclista alemán, ganador del Tour de Francia en 1997, admitió haber incurrido en dopaje sanguíneo con asistencia del médico español Eufemiano Fuentes. Sin embargo, Ullrich rechazó las críticas al asegurar que casi todos los competidores utilizaban sustancias para mejorar su rendimiento.
Marco Pantani
El italiano se llevó el maillot amarillo en 1998, superando a Ullrich, pero no fue hasta 1999 que fue acusado de dopaje sanguíneo, situación que nunca se comprobó por completo. El ciclista falleció en 2004 por una sobredosis de cocaína.
Alberto Contador
El ciclista español ha ganado dos Tour, (2007 y 2009), aunque en 2010 finalizó primero, sin embargo, dio positivo por clembuterol y fue despojado del título, además, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), lo suspendió por dos años.
Todos estos deportistas han aportado a que la vuelta a Francia, y el ciclismo en general, tenga que remar contra corriente para poder recuperar la credibilidad en el mundo del deporte.




