La historia de los partidos inaugurales de la Copa del Mundo ha dejado todo tipo de capítulos, pero uno destaca sobre todos: Qatar 2022, cuando por primera vez un país anfitrión perdió su debut mundialista, cayendo 0-2 ante Ecuador. Ese resultado rompió una tradición casi centenaria en la que, aun con altibajos, los anfitriones solían marcar el rumbo con triunfos o, al menos, evitando la derrota en su estreno.
Desde el primer Mundial en 1930, no siempre el país sede fue el encargado de abrir el torneo. De hecho, la costumbre de que el anfitrión inaugure la Copa del Mundo tardó varias décadas en consolidarse. La primera ocasión en que la sede jugó oficialmente el partido inaugural fue en 1934, cuando Italia, ante su afición, debutó con una contundente victoria 7-1 sobre Estados Unidos, marcando un precedente que tardaría años en repetirse.
¿Cómo fue el regreso de las Copas del Mundo?
Tras la pausa obligada por la Segunda Guerra Mundial, las Copas del Mundo regresaron en 1950 con Brasil como anfitrión. Esta vez sí, el scratch abrió su torneo con un triunfo sólido de 4-0 ante México, aunque en esa edición se jugaron otros partidos el mismo día, por lo que no existió un único duelo inaugural. Habría que esperar ocho años más para ver nuevamente a un local en un auténtico partido de apertura: en Suecia 1958, los suecos enfrentaron a México y ganaron por 3-0, retomando la tradición de ver al anfitrión iniciar el camino mundialista.
A partir de ahí, con la Copa del Mundo establecida definitivamente cada cuatro años, los anfitriones volvieron a aparecer en los estrenos. Entre 1962 y 1970, Chile, Inglaterra y México inauguraron sus torneos, aunque con matices. En Chile 1962, los sudamericanos debutaron con victoria 3-1 sobre Suiza, aunque ese día se disputaron otros tres partidos simultáneamente. En Inglaterra 1966, los locales igualaron 0-0 ante Uruguay, mientras que en México 1970, el Tri empató 0-0 frente a la Unión Soviética.
Las décadas con inauguraciones sin selecciones anfitrionas
Después de 1970, pasaron más de tres décadas sin que un anfitrión volviera a inaugurar un Mundial, ya que durante muchas ediciones la FIFA otorgó al campeón defensor el privilegio del primer partido. Eso cambió hasta Alemania 2006, cuando se estableció la norma moderna: el país sede abre el torneo. Los alemanes cumplieron con esa responsabilidad al vencer 4-2 a Costa Rica, marcando el inicio de una nueva tradición.
Desde entonces, todos los anfitriones han inaugurado la Copa del Mundo. En Sudáfrica 2010, los Bafana Bafana empataron 1-1 con México; en Brasil 2014, la verdeamarela superó 3-1 a Croacia; mientras que en Rusia 2018, los locales golearon 5-0 a Arabia Saudita.
El ciclo, sin embargo, se quebró en Qatar 2022, donde el debut terminó con derrota 0-2 ante Ecuador, convirtiendo a los cataríes en el primer anfitrión en perder un partido inaugural en la historia de los Mundiales.
Una tradición que empezó hace casi 90 años cambió para siempre en Doha, dejando una nueva marca estadística y un recordatorio de que, en el futbol, ni siquiera la localía es garantía.
