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Verano peligroso

2017-06-10 | El Sopitas
EL SOPITAS
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Caminando, y podríamos decir que hasta gateando. Así es como la Selección Mexicana se enfila a su clasificación rumbo al Mundial de Rusia; sin embargo, por alguna extraña razón, los aficionados seguimos sin dar el crédito que merece a Juan Carlos Osorio, y en la antesala de un verano que verá al Tri disputar dos competencias internacionales, repasamos los puntos a observar de lo que podría convertirse en un ‘verano peligroso’ para el Tricolor.

La permanencia de Juan Carlos Osorio
Lo sé y soy el primero en defenderlo. Puede que sus métodos no sean tradicionales y que a muchos ‘analistas’ les incomoden las rotaciones, pero si nos remitimos a los resultados, la continuidad de Juan Carlos Osorio no tendría ni siquiera por qué estar sobre la mesa; sin embargo, sabemos cómo suele moverse el futbol mexicano, por lo que un papelón en Copa Confederaciones y algún tropiezo en Copa Oro podría tambalear al colombiano. ¿Creen que exagero? Recuerden las reacciones posteriores al 7-0 frente a Chile...

Los que se juegan el pellejo
Pero Juan Carlos Osorio no es el único elemento del Tricolor que afronta un verano trascendental, sobre todo cuando nos percatamos que jugadores como Guillermo Ochoa necesitarán tener una buena actuación para convencer a todos esos equipos interesados en sus servicios. Lo mismo ocurre con Chicharito, quien a pesar de estar amarrado con el Leverkusen, los rumores lo sitúan entre las posibles monedas de cambio para el equipo alemán que se quedó sin competiciones europeas para la próxima temporada. Situación similar atraviesa Miguel Layún con el Porto, y si hay algo que une a estos tres referentes de la Selección, es que su calidad les da para estar en mejores lugares, y la Copa Confederaciones es su oportunidad para demostrarlo. 

El grito de “Puuu/&)=”
Se les dijo y se les advirtió, pero hasta que no llegaron los castigos, la Femexfut trató de parar el grito de “puto” en los partidos de la Selección. ¿El problema? Es que ha sido demasiado tarde y todos sus esfuerzos, incluido el de hacer sonar el sonido local con el grito de México en el partido contra Honduras, han sido estériles. Si somos honestos, no es responsabilidad de la Federación concientizar a los aficionados, sino que se trata de una labor y actitud cívica de cada uno de nosotros. Por si fuera poco, me pregunto qué pasará si (como parece) Rusia se llena de mexicanos y el grito se escucha en plena Copa Confederaciones. ¿Cómo procederá la FIFA? Y por supuesto, qué pasa si en vez de “puto” se grita “Putin”, ¿sonará a porra para el presidente ruso?

Las nuevas promesas
El tiempo no perdona y pese a que los grandes pilares de la Selección siguen siendo figuras como Rafa Márquez, Javier Hernández o Guillermo Ochoa, quienes han brillado en los últimos dos Mundiales, es un hecho que el Tricolor necesita renovarse. El proceso de Juan Carlos Osorio ha sido sano, y si hay algo que sobra hoy en día son jugadores con calidad. Y si existen oportunidades que no se pueden desaprovechar son justamente los minutos que muchos de ellos seguro tendrán en la Copa Oro. 

El dilema de la Copa Oro
Y ya que hablamos de la Copa Oro, no podemos ignorar el dilema que conlleva esta competición. Y no me refiero a los resultados deportivos, sino a lo que significa para los aficionados: “esa competición molera, que está repleta de malos partidos, rivales de medio pelo y que por alguna extraña razón, aun así esperamos que nuestros muchachos salgan motivados, a jugar con todo, brillen y ganen 15-0 todos los partidos”. ¿No es un poco una contradicción? Sin lugar a dudas, México tiene el nivel, la infraestructura y la calidad para ganar la Copa Oro, pero también es justo aceptar que se trata de una competencia a la que le damos mucha más importancia en las derrotas que en las victorias. ¿Será lo mismo este año?

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