Shohei Ohtani, uno de los íconos contemporáneos del beisbol mundial, quedó bajo el reflector a mediados de 2024 tras revelarse un escándalo de apuestas que involucró a su entonces traductor personal, Ippei Mizuhara. Aunque las autoridades determinaron que el astro japonés no tuvo implicación directa, voces críticas dentro del propio entorno del beisbol han puesto en duda la transparencia del proceso, e incluso, la imparcialidad de Major League Baseball (MLB) ante el caso.
Una de las opiniones más contundentes provino del exmánager de Grandes Ligas, Oswaldo 'Ozzie' Guillén, quien en una entrevista con el medio Diamante 23 no se guardó nada. “Él (Tucupita) sabía que no podía apostar. Entonces a Ohtani, la cara del beisbol, su mejor amigo y que él no sabía ‘supuestamente’, pero decían que no sabía. Señores no sean tan embusteros, hipócritas”, declaró sin tapujos el venezolano.
Guillén cuestionó la participación de Ohtani en las apuestas
Guillén, siempre frontal y polémico, cuestionó el supuesto desconocimiento de Ohtani sobre las acciones de su traductor, comparándolo con la cercanía de una pareja conyugal: “Tú me vas a decir que Iris (esposa) no sabe que yo ronco en las noches pero duerme conmigo... ¿Qué es eso? Ellos andaban para arriba y para abajo juntos pero no sabía”.
La crítica tomó aún más fuerza al contrastarla con la reciente suspensión de por vida al pelotero venezolano Tucupita Marcano, acusado de haber apostado en partidos de la MLB. Para muchos, como Guillén, esta sanción revela un doble estándar en la aplicación de la ley dentro del deporte profesional estadounidense.
Tras meses de investigación liderada por las autoridades de California, se determinó que Ippei Mizuhara había sustraído alrededor de 17 millones de dólares de las cuentas personales de Ohtani para apostar de forma clandestina. El traductor fue hallado culpable, sentenciado a cuatro años y nueve meses de prisión y obligado a pagar 18 millones de dólares en restitución.

¿MLB protegió a Ohtani?
De acuerdo con ESPN y The Athletic, Mizuhara utilizó parte del dinero robado en tarjetas de colección, tratamientos dentales y artículos personales, lo que desmiente cualquier relato de urgencia económica como motivación para el fraude. A pesar del peso de la evidencia, algunas figuras del deporte y analistas señalan que la MLB actuó con rapidez para proteger su figura más comercial, minimizando el impacto público del escándalo en torno a su jugador insignia.
La firma de Ohtani con los Dodgers por más de 700 millones de dólares en diciembre de 2023 había consolidado su imagen como el nuevo rostro del beisbol global. Por ello, algunos críticos sugieren que tanto la liga como las autoridades judiciales buscaron preservar el negocio y evitar una crisis mayor, algo que refuerza la desconfianza expresada por Guillén y otros veteranos del juego.
