MITO: El 'Solarismo' está confundido.
REALIDAD: Santiago Solari, en medio de la crisis, camina a oscuras buscando respuestas, está cometiendo pecados:
1. Modificó la figura táctica sin trabajarlo, no perfeccionó el 1-4-3-3 y ajustó al 1-5-3-2. Se dejó deslumbrar por la victoria ante Santos, se fue a la fácil de creer que era la solución y el alivio le duró 32 minutos ante Mazatlán, perdía 2-0 y regresó a su sistema madre.
2. La muralla defensiva se derrumbó. El torneo pasado fue la mejor defensa con 10 goles recibidos en 17 juegos, en este torneo en apenas cinco fechas ya le anotaron los mismos 10. Con las dos propuestas tácticas son un desastre en la zona baja.
3. Agotó las soluciones individuales y no pasó nada. Ya utilizó a toda la plantilla registrada en Liga MX, el único que no ha participado es Óscar Jiménez (arquero suplente). 24 jugadores suman minutos en el torneo en apenas cinco juegos.
4. Demasiada expectación y tiempo invertidos en los refuerzos. Fue larga la espera y hasta el momento muy pobre el aporte de las caras nuevas. Ni Valdés, Jona, Zendejas y Otero están lejos de ser una solución en esta crisis.
5. El centro delantero. Con línea de cuatro o cinco sólo juega con un '9', Henry-Viñas-Roger están distanciados del gol. El técnico les tiene poca paciencia y los cambia constantemente.
6. El contención. Pasó de tener varios jugadores medianos a sólo quedarse con dos para la recuperación del balón. Con Aquino lesionado la única opción que tiene es el jovencito Naveda, que no es del total agrado del entrenador.
7. Los interiores. Con la llegada de Valdés y la devoción que tiene Solari por Fidalgo, reduce las posibilidades de tener minutos a Jonathan Dos Santos, Richard Sánchez y Zendejas.
8. Ofensiva apagada. En 450 minutos del torneo únicamente generó 16 oportunidades de gol, de las cuales siete finalizaron en el fondo de las redes. Demasiados goles para la poca generación de opciones.
9. El discurso del director técnico no ayuda a calmar las aguas, siente la presión por la problemática, pero en sus declaraciones no transmite la tranquilidad de que tiene un diagnostico para solucionar la crisis.
10. El equipo es un termómetro del entrenador, en las primeras fechas fue un equipo explosivo, de malas reacciones, recibió tarjetas rojas innecesarias o absurdas, cambió en los últimos partidos y modulo la intensidad, pero terminó cayendo en la apatía.
CONCLUSIONES: Santiago Solari está buscando con una venda en los ojos un detonante que acabe con la mala racha. Ya buscó las respuestas en el tema individual y no las encontró, ya cambió su idea futbolística y terminó confundiendo a sus jugadores. La duda es razonable ¿tendrá el animo de seguir pese a los malos resultados? Porque de entrada parece que todavía no diagnostica de forma certera donde está el problema y mientras no lo haga menos encontrara la cura para este pésimo momento que vive el “Solarismo” en la Liga MX.




