MITO: Vega, Henry y Corona fueron las figuras ante Jamaica.
REALIDAD: Héctor Herrera se convirtió en el conductor de este urgido Tri, fue el jugador que tomó la responsabilidad de darle circulación al balón, acarrear el esférico y también recuperarlo. Fue un partido de mucho trabajo y desgaste para el jugador del Atlético de Madrid, teniendo que suplir a Edson Álvarez y con la necesidad de darle continuidad al juego.
El cuadro nacional generó 139 jugadas, HH participó en 97, le siguió Moreno con 97, Araujo y Chaka Rodríguez con 88, Charly Rodríguez en 83 y Vega en 76. En el 70% de las jugadas del equipo mexicano estuvo involucrado el volante que jugó de recuperación en Kingston. Además se convirtió en el catalizador y termómetro del Tata Martino, fue el que más pases recibió con 94 y el que más servicios dio con 101 (16 hacia atrás, 24 verticales y 67 laterales). Fue el encargado de ser la vía de traslado del balón, el enlace para la zona defensiva y sacar la pelota del fondo; la válvula de escape de los volantes para circular el esférico.
El trabajo de Herrera no fue fácil, se tenía que multiplicar, la razón era que el resto de los volantes se agregaban al ataque y esperaban que les llegara el balón. Por eso fue el encargado de recibir el balón de la línea defensiva. El primer pase de Moreno, Chaka, Araujo y Gallardo fue buscando al contención. Después tomó la posición de descarga de los volantes y extremos, permanentemente generó una línea de pase para que los hombres de ataque se pudieran apoyar.
A la ofensiva fue quien le dio circulación al balón, él determinaba el ritmo, se asoció con Charly Rodríguez, conectó con Alexis Vega, siempre “miró” cerca, buscó el pase corto, asegurando el traslado, tuvo criterio suficiente para no arriesgar la pelota en la salida, interpretó su papel de ser el hombre seguridad a la perfección.
CONCLUSIONES: En un partido complejo, tenso, lleno de nerviosismo, siempre pidió el balón, permanentemente disponible para ser receptor, marcando el ritmo del traslado, cargando con la recuperación y además generando peligro en táctica fija donde tuvo una clara de gol.
Héctor Herrera realizó el trabajo callado, la tarea sucia, un esfuerzo físico que poco se valora, pero fundamental para un partido donde estaba obligado a ganar. Tuvo la valentía de tomar las riendas, fue el cerebro que tomaba decisiones sobre el ritmo y la forma como jugaba México.
El héroe anónimo sin duda fue HH, lejos de los reflectores, pero fundamental para la victoria del Tricolor.
