Un tecnócrata en el futbol
Así se define Mikel Arriola, actual presidente de la Liga MX, y lo confirma a cada respuesta, siempre con una estadística o un dato que refuerza o confirma su teoría.
Como político siempre planteó tomar medidas al margen de las ideologías, propone aplicar un método científico para la resolución de problemas. En el deporte mantendrá esta metodología.
En una larga charla en W Deportes, tuve la oportunidad de conocer al político que llegó al futbol de clubes en México.
Acepta que la silla quema, que tendrá que ser un mediador entre los dueños, que la economía de nuestro futbol comenzará su recuperación en el 2022, que la fusión con la MLS es prioritaria en lo económico, y la Copa Libertadores está agendada, propone analizar la disminución de extranjeros, pero sin encarecer al jugador mexicano.
Sabe de la tensión entre Selección Nacional y los equipos, por eso propone un límite de convocatorias durante la pandemia por el calendario apretado que se va a vivir. Además de que tiene muy claro que los derechos de transmisión serán en ventas globales como Liga. Y es consciente que la única forma de acabar con la multipropiedad será atrayendo inversión nueva.
Bastantes tareas pendientes sobre el escritorio y poco tiempo.
Maneja una clara tendencia a los números para detectar y solucionar problemas.
Al momento de hablar de la economía de la Liga MX lo primero que hace es tomar la aportación de 0.6 por ciento al PIB del país, intentando dimensionar el valor del futbol para el país; agrega cifras de empleos directos e indirectos y aclara que comenzará en un par de años a manejar cifras similares a las del 2019, dejando en claro su conocimiento económico de la actualidad de la pandemia.
En esta recuperación será clave la relación con los Estados Unidos y de inmediato habla de un mercado que gasta 600 por ciento más que el mercado local, cifras contundentes para justificar y promover la fusión.
En el tema de reducción de extranjeros de inmediato explicó que se vendría un encarecimiento del jugador mexicano, por un principio básico de oferta y demanda, y propone mayor inversión en fuerzas básicas para generar más futbolistas y evitar el aumento de los precios, en una política que evite el proteccionismo al mercado local y cuidar las finanzas de los clubes.
El tema de la relación de la Selección Mexicana y los clubes de la Liga MX lo hace con una sonrisa, seguido de un discurso lleno de negociación; habla de un calendario muy apretado en el 2021 y de sus posibles daños colaterales. Tiene en la cabeza negociar para no perjudicar a los equipos, especifica que si a una escuadra le convocan cuatro jugadores sería un desastre y deja la puerta abierta a poner un tope de llamados sobre la mesa.
¿Es un tecnócrata? La respuesta es sí, el sonríe cuando se le pregunta y aclara, “así nos llaman”. ¿Es necesario para el futbol? La respuesta no se puede limitar a un 'sí' o un 'no'. Lo que necesita el futbol mexicano es equilibrio entre lo económico y lo deportivo, necesita tomar decisiones basadas en estudios y análisis, más allá de las conveniencias particulares de los dueños.
Un rostro nuevo en el atípico mundo del futbol en medio de una pandemia, habrá que esperar para conocer sus primeras decisiones y saber si mantendrá su figura de un político-tecnócrata en la búsqueda de soluciones para el crecimiento del futbol mexicano o será un mediador de la Asamblea de Dueños.
