Cómo hacía falta tener un Clásico así, a tope, para cerrar el torneo y con ambos peleando. Es un 'tête-à-tête' para poner a competir a las dos aficiones más populares de todo México que están crecidas, con sus equipos en un momento dulce, finos, con ganas de medirse al otro para gritar cuál es mejor de cara a la Liguilla.
Después de los duelos pendientes de media semana de ambos, ante Santos y Tigres, para el duelazo del sábado no podremos dejar de hacer uso de uno de los viejos clichés que envuelven este tipo de partidos, una frase que se volvió cajonera, pero que adquiere especial significado para este juego: no existen favoritos.
Aunque América llega con mejores números y racha histórica, el paso de Chivas no le pide mucho, especialmente resuelta la explosión en ofensiva. La localía tampoco marca diferencia y menos en el Azteca, que acostumbra a dividirse con los colores de los antagonistas.
Para el Rebaño, el triunfo no sólo significa afianzarse en la parte alta del Repechaje para recibir la eliminatoria por la Fiesta Grande, sino que ser el verdugo de la racha triunfal de las Águilas tendría tintes históricos, un impulso incomparable para pelear por el título.
Para el América, ganarle a estas Chivas sería dar un manotazo con cierto recuerdo de la última eliminación en Liguilla, además de que representa agarrar el absoluto favoritismo por la corona.
Encima, la Liga MX y TUDN supieron leer el gran sábado que se avecina, al recorrer el juego para que no se empalme con la pelea del Canelo. El Azteca será un hervidero para presenciar uno de los Clásicos más esperados de los últimos años.




