El Repechaje llegó para mejorarlo, echar candela al debate y repartir justicia deportiva. Aunque muchos no lo entiendan. "Fomenta la mediocridad", es la letanía simplista que intenta explicar inútilmente lo que representa que hasta el peldaño 12 pelee por un boleto a Liguilla. Incorrecto, el nivel de Fase Regular no se puede achacar al formato.
El retorno de la Reclasificación ha sido emocionante, la eliminación a juego único con desempate en penaltis le agrega drama como no había. Desde que volvió, los locales dominan las series: 10 avanzaron por 6 visitantes. Es decir, sólo media docena de equipos que calificaron entre el noveno y el decimosegundo puesto se coló a Fiesta Grande, y de éstos, sólo uno se instaló en Semis: Pumas en el Apertura 2021, cuando cayó con Atlas acuchillado por el arbitraje.
Aún con la posibilidad de colarse a la Repesca desde el lugar 12, la tendencia no pierde justicia: los que califican más arriba son los que pelean la corona.
Y más contundente: son los que la ganan, pues 7 de cada 10 títulos en Liguilla se reparten históricamente entre primero, segundo y tercero. ¿Así o más claro? Si no logras un torneo destacado es casi imposible coronarse. ¿Cuál mediocridad? Lo único que entrega el Repechaje es un espectáculo extra.
Ahora, aunque la estadística apunta que a mejor posición, mayor probabilidad de ser campeón, que se lo platiquen al América, el de más puntos y lideratos en los últimos cuatro torneos, pero sin La 14. Para mí no queda duda: Este torneo se gana.




