Carrera de resistencia

En Silverstone, otra carrera lucidora, efectiva, consistente. Las buenas demostraciones son el común denominador de Sergio Pérez en el último año. Lejos lucen ya los riesgos innecesarios, las malas decisiones, los costosos retiros.

Checo hace todo lo necesario para volver a un equipo de punta, donde sea factible ganar carreras, pelear por un Mundial y, de paso, cobrar revancha del decepcionante 2013 en McLaren. Y su oportunidad llegará, no tengo duda de eso. Pero todo necesita acomodarse.

Ferrari, la opción más viable para que Checo regresara a una escudería Top, decidió retener a Kimi Raikkonen para 2017. Sus razones son poderosas -aunque cuestionables- y ni Pérez ni sus patrocinadores están por encima de ellas. Por ahora se cierra esa puerta, pero no significa que pueda abrirse, como otras, más adelante. Paciencia.

Nadie debe tener duda del talento de Sergio ni del vibrante momento profesional que ha construido. Está claro que al volante de un Force India no puede ser un invitado recurrente del podio, menos pensar en ser Campeón Mundial, seguro, pero esa es su realidad y mantenerse enfocado es la clave.

La carrera de Pérez en la F1 se ha convertido de resistencia. Necesita completar el 2016 en gran forma y de nuevo llevar su Force India más allá del límite en 2017. El camino a McLaren fue por la vía rápida. El que lo lleve de regreso a un equipo de élite tiene más paradas. Y allí va.