Un personaje ligado al futbol desde los ochentas fue Jimmy Goldsmith. Un castigo de su padre, uno de los empresarios más ricos del mundo, le cambió la vida, ya que lo mandó a Nueva Zelanda como castigo y en el hotel donde se hospedó se encontraba un equipo juvenil de los Pumas que hacía una gira por aquellos lugares.
Jimmy se relacionó con la gente de los universitarios y cuando terminó la gira de Pumas decidió viajar a México, aprovechando que su señor padre tenía propiedades en Colima. Goldsmith se involucró con la directiva de Pumas y empezó a conseguirles partidos amistosos en Europa.
Para el Mundial de México 86 y gracias a la amistad que el papá de Jimmy mantenía con Julio Grondona, el directivo argentino nombró a Goldsmith como el enlace de la selección argentina en México y estuvo pegado a ellos. Hizo tan buenas relaciones que después del México 86 se fue a vivir dos años a Buenos Aires.
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GESTIONES
Cuando México fue sede la Copa Confederaciones en 1999, Jimmy Goldsmith fue fundamental, ya que de su bolsa puso la garantía de dos millones de dólares que pedía la FIFA para otorgarle a México la sede del evento.
Durante la gestión de Alberto de la Torre al frente de la Femexfut, Jimmy se convirtió en el hombre fuerte de la Selección Nacional, encargado de todos los partidos amistosos y de la logística.
La participación de Goldsmith en el caso del doping de Aaron Galindo y Salvador Carmona fue muy importante para evitar el castigo, ya que gracias a su amistad con Joseph Blater y con Jack Warner se logró que no se castigara al futbol mexicano.
CUMPLIÓ SU SUEÑO
No me gusta hablar en primera persona, pero aquí lo haré, ya que Jimmy fue uno de mis mejores amigos durante los últimos 15 años de su vida.
Su sueño era tener un estadio en Colima donde pudieran jugar sus Loros y no descansó hasta conseguirlo, poniendo prácticamente todo el dinero de su bolsa para acondicionar el estadio que es propiedad de la Universidad.
Armar el plantel de su equipo era prioridad cada seis meses y no descansaba hasta conseguirlo. El viernes pasado después de enfrentar a Dorados me presumió que ya estaba listo el equipo y me dijo que nos veíamos el 30 en Guadalajara, ya que ese día se enfrentarían a Chivas.
Un abrazo hasta el cielo a un gran amigo como lo era el Sr. James.




