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Opinión

Ignacio Suárez

El Fantasma ha recorrido el mundo del deporte a través de 6 Mundiales, 10 Copas América y 5 JO. Aportará a RÉCORD su conocimiento y exclusivas.

Agentes, ambición desmedida: el gran negocio (3ra. entrega)

2022-01-19 | Ignacio Suárez
IGNACIO SUáREZ
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En esta tercera entrega tocaremos un tema que con la nueva legislación de la FIFA ha puesto en riesgo la manera de operar a los clubes que tienen como uno de sus principales métodos de supervivencia financiera la venta de talentos deportivos formados desde la cantera.  

La fórmula parece simple: formo-vendo-subsisto, pero la realidad no lo es tanto. Muchas veces hemos leído y escuchado dichos como el de que: “Cartera mata cantera” algo que no está alejado de la realidad en los nuevos tiempos.  

HECHA LA LEY... 

En México también se dice que, “hecha la ley, hecha la trampa” y tal cual sucedió con la implementación del artículo 18.2 del Reglamento FIFA sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores que establece que “La duración mínima de un contrato será a partir de la fecha de inscripción al final de la temporada; la duración máxima será de cinco años. Cualquier otro contrato de una duración distinta se permitirá solamente si se ajusta a la legislación nacional. Los jugadores menores de 18 años no pueden firmar un contrato de profesionales de una duración mayor de tres años. No se aceptará cualquier cláusula de un periodo mayor”.   

En teoría este artículo nació con la idea de proteger a los jugadores juveniles de firmar contratos leoninos por periodos indeterminados de tiempo, que protegían los intereses del club y desprotegían las libertades de los jugadores. Sin embargo, muchos vivales vieron en esta nueva legislación la manera de acarrear agua para su molino, con solo mostrar los billetes de su cartera inquietan a la cantera con promesas muchas veces incumplidas. 

JOYAS EN RIESGO 

Me tratare de explicar. Supongamos que Atlas o Rayados tienen una joya de jugador de 16 o 17 años. Un goleador de condiciones excepcionales, una gran promesa, todavía no una realidad. Por su edad (16 o 17 años) no se le puede blindar con un contrato de largo plazo para que no caiga en tentaciones de otros clubes o agentes sin ética. Lo máximo que permite la FIFA y su nuevo estatuto es firmarlo por un máximo de tres años, no más. 

Es decir, el club tiene solo tres años para debutarlo, irlo consolidando, hacer que brille, y convencerlo de que renueve su contrato antes de que pasen los tres años o su joya quedará libre para irse a cualquier equipo sin costo y sin importar que el equipo lo haya formado desde los 10 años. 

Si logra su cometido, el juvenil de 16-17 años debuta, brilla, seguramente logrará la atención de otros equipos que con mejor economía o por su situación geográfica (Europa) le pueden ofrecer sin problemas un gran sueldo o un nuevo entorno y que su equipo formador no puede. Y no puede por varias instancias, la primera posiblemente por economía, la segunda es que NO puede darse el lujo de ofrecer un gran contrato multianual a un jugador que por grandes condiciones que tenga no deja de ser eso, una promesa, no una realidad. 

APUESTAS PELIGROSAS 

De sobra conocemos lo que ha pasado con los campeones mundiales Sub 17 que México ha tenido. Todos con mucho talento pero se perdieron, solo pocos, una minoría lograron tener una carrera exitosa. El paso del juvenil al futbol mayor es tan pequeño y tan grande a la vez que muchos, por diferentes factores se quedan en el camino, se quedan como promesas eternas.  

El futbol es un negocio y la mayoría de los clubes NO pueden apostar su economía por promesas. Un club mediano no puede ofrecer un gran sueldo multianual o un gran bono por renovación a un jugador promesa porque es una inversión muy arriesgada y los 'garbanzos de a libra', los que generan mucho dinero, aparecen de vez en vez, es como comprar un billete de lotería.  

Por ejemplo, un Necaxa no puede competir igualando el sueldo que le ofrece un América, Tigres, Cruz Azul o Monterrey a un jugador juvenil que tiene 18 años y le queda un año de contrato. Hacerlo es una apuesta arriesgada para mantener unas finanzas sanas. Los clubes con grandes carteras sí pueden apostar por jugadores promesas sin comprometer su economía, ahí radica la gran diferencia.  

En los nuevos tiempos se darán más a menudo las críticas o señalamientos sin fundamento de que tal o cual equipo por burro, dejó ir a un jugador joven que hoy la está 'rompiendo' con su nuevo club al que llegó 'libre' y no necesariamente fue así, quizá no le alcanzó o se la 'jugó' con otro juvenil y por economía ya no pudo competir con otras ofertas.  

CORONA, EL EJEMPLO 

Es por este tipo de situaciones que muchos equipos tienen que vender obligados por las circunstancias y la nueva legislación. “De lo perdido lo que aparezca” dicen en mi pueblo y lo dicen bien. Y aunque NO es el caso por la edad, lo que recientemente pasó con Jesús 'Tecatito' Corona y su pase al Sevilla, refleja la nueva realidad.  

¿Saben cuánto pagó Sevilla por el habilidoso jugador? 3.5 millones de euros ¿Saben cuánto es el costo promedio en el mercado europeo que tiene Jesús Corona? 22 millones de euros, según portales como Transfermarkt, que, si bien no es la biblia, sirve de referencia.  

¿Por qué un jugador que vale 22 millones fue vendido en menos de cuatro? La explicación es simple: ¡Era eso o nada! Al jugador se le acababa contrato, no quiso renovar, quería seguir en Europa y en otro club, ayer reconoció que ya había hablado con Lopetegui, por eso rechazó las propuestas del equipo portugués, y por ello, aseguran colegas portugueses consultados, es que en los últimos meses Tecatito fue congelado, mandado a la banca, amén de su baja de juego. Si no quería firmar, no lo pondrían en la vitrina, al final de cuentas vino esa oferta del Sevilla y la aceptaron: “algo es algo”.  

Casos similares inundan hoy el mercado nacional e internacional. Injusto o no, depende de las circunstancias con las que se mire este tema, son los nuevos tiempos, son las nuevas reglas del juego y no todos los clubes las han entendido, ni las quieren entender y por ende están sufriendo. No se prepararon y hoy están pagando el precio de vivir por años en la impunidad total con la complicidad de la FIFA. 

PIRATERÍA, OTRO PELIGRO 

Por si esta problemática no fuera suficiente, los clubes pequeños se enfrentan al peligro de la piratería de sus joyas. Lamentablemente la falta de escrúpulos, de ética, no es exclusiva de agentes, también los clubes, sin importar que tengan mucha fama, incluso de formadores. 

¿Para qué preocuparme por formar chicos talentosos, para qué invertir, si otros equipos lo pueden hacer por mí y me los llevare por espejitos? Ese, aunque parezca increíble, parece ser el lema de grandes instituciones, un escándalo que involucró recientemente al Barcelona de España. 

Sí, ese equipo insignia en la formación de talento en su presumida Masía, es hoy señalado de precursor de la piratería de juveniles. Acusaciones de este tipo también las están recibiendo equipos como el Manchester City, Liverpool, Chelsea y Bayern Munich y otros, aunque no tan descaradas como la de los blaugranas.  

La información recabada señala que, en enero del 2021, los dirigentes de los equipos juveniles del Barcelona, se acercaron a ofrecer una particular negociación a sus similares del Espanyol de la misma ciudad. Los que están bien enterados del tema en esa ciudad refieren que el ofrecimiento del equipo catalán fue el siguiente, palabras más palabras menos: “Dame a tus jugadores más talentosos, yo los ocupo, los que tengan nivel los pongo a jugar en mi equipo, y a los que no, yo los vendo a otros clubes de Europa, como vienen del Barcelona me los van a comprar mucho mejor y más fácil que si los tratara de vender el (modesto) Espanyol. ¿Y dónde ganamos nosotros? (habría preguntado la gente del equipo de los periquitos) Te quedas con un porcentaje de venta futura, que puede ser el 30 por ciento. ¿Y si no acepto el trato? Me espero, y entonces me los llevo gratis, y no te tocara un euro, salvo los derechos de formación que son una bicoca”.

POR LAS MALAS 

En síntesis era: un jugador que era 100 por ciento propiedad del Espanyol, se los llevaba el Barcelona a su vitrina, y solo le reintegraría el 30 por ciento de ese 100 en la mayoría de los casos. Era eso o nada. Los dirigentes de los juveniles del Espanyol NO aceptaron el trato ¿Qué sucedió entonces? Pues que el Barcelona se los sonsacó a la mala, pero legalmente sin darles un euro.  

El 24 de mayo del 2021, cinco meses después de la negociación fallida, la prensa catalana informó de una peculiar noticia: “El FC Barcelona ultima el fichaje de SEIS canteranos del Espanyol”, el cuerpo de la nota revelaba que el sexteto estaría compuesto por, según cuenta Mundo Deportivo, Ferran Jutglà (Espanyol B), Carlos Alemán (Juvenil A), Miguel Carvalho (Juvenil B), Andrea Natali, Pol Bernabéu y David Muñoz (los tres del Infantil B). 

¿Así o más descarado? Si bien el tema es legal, NO es para nada ético y pone en riesgo las economías y las inversiones de equipos menos poderosos en las Fuerzas Básicas. A este tipo de piratería de talento están francamente expuestos todos los equipos mexicanos. Los agentes del mundo están a la caza del conseguir para sus equipos importantes de Europa a los mejores talentos que son menores de edad a los que pueden llevarse prácticamente gratis, pues sus contratos son solo por tres años. 

Y si esto le puede pasar a equipos como Tigres, Rayados, América, Santos o Cruz Azul, imagínese al resto. Lo de Santi Muñoz al Newcastle es una muestra, lo que paso con Tecatito en su primera etapa es otra, lo de Alan Pulido otra, ningún equipo del futbol mexicano está exento de que su talento juvenil sea 'pirateado' con tentaciones europeas.   

NUEVO MODELO DE NEGOCIO 

Por ello es que es urgente que los clubes del futbol mexicano adopten un nuevo modelo de negocio que les permita estar en menos riesgo. Necesitan producir y vender rápido, o perderán el tiempo y el dinero invertido en la formación de sus jóvenes. Para poder vender más rápido y tener liquidez, tienen que abaratar los costos, es ganar poco, pero ganar. En este momento parecen NO tener más opciones. 

Son pocos los jugadores que se podrán quedar a echar 'huesos viejos'. NO tienen tiempo. Será imprescindible renovar a sus mejores jugadores cuando estén a la mitad de su contrato, para tener la opción de una posible reventa, si dejan pasar el tiempo, lo más seguro es que los jugadores se vayan libres y sin que los clubes reciban un peso.  

Los equipos tendrán que aprender a saber depreciar a sus jugadores como activos. ¿Cómo es eso? Si a un jugador le pagaste 20 millones por un contrato de cuatro años debes prorratear el costo, el primer año lo podrías vender en 15 millones, el segundo año en 10, el tercer año solo cinco, si no lo haces se irá gratis en el cuarto año. Solo en casos excepcionales, cuando el jugador la 'rompa', puedes generar mayores utilidades con la venta.  

Es por ello que algunos dueños de equipos hablan de poder establecer topes salariales, con algunos jugadores libres. La Asociación de Jugadores AMFPro no está cerrada a poder negociar un contrato colectivo de trabajo avalado por los estatutos de la FIFA para que los clubes puedan blindar sus activos y que los jugadores asuman responsabilidades que hoy no tienen.  

Algo tienen que hacer y viene en camino la FIFPro, que es por decirlo el sindicato mundial de jugadores avalado por la FIFA, que ya trabaja para implementar nuevas regulaciones que permitan ajustar las ganancias de agentes y libertad de jugadores para no poner en riesgo la industria. Las nuevas legislaciones tenían buenas intenciones, pero los malos encontraron la forma de solo sacar beneficios adicionales para ellos.   

La nueva legislación acabará con el amor a la camiseta, con las nuevas reglas, los jugadores vivirán en la poligamia deportiva vistiendo cada vez más camisetas, sin recato alguno, obligados por una economía que obliga a vender para subsistir.  

 "El éxito es un pésimo maestro. Seduce a la gente inteligente a pensar que no pueden perder", Bill Gates.

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