Carlos Alcaraz: cómo ganar sin perderse a uno mismo

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Opiniones, análisis y puntos de vista de los principales columnistas deportivos de RÉCORD. Entérate de lo que piensan los expertos del futbol mexicano y más.

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Carlos Alcaraz vuelve a conquistar París, llevándose la copa de Roland Garros por segunda ocasión. Lo han comparado con Rafa Nadal, llamándolo su heredero, pero está cambiando la manera de ver el deporte y el éxito mismo. 

 

Así como en su momento Simone Biles marcó un antes y un después en los temas de salud mental en deportistas de alto rendimiento -al abandonar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 porque no se sentía mentalmente preparada-, Alcaraz está haciendo historia no solo por su nivel de juego, sino porque está cuestionando la creencia de que, para ser grande, hay que ser esclavo del deporte y sacrificar todo lo sacrificable: incluso la propia vida y libertad.

 

Carlos Alcaraz está priorizando el equilibrio de vida. Esta mentalidad es clave tanto en el mundo deportivo como en el corporativo: el verdadero valor está en lograr un equilibrio real entre ingresos, bienestar y disfrute.

 

Carlos quiere ser el número uno, quiere ser el mejor jugador de la historia, pero no desea dedicar cada segundo de su vida al tenis: “No quiero sentirme un esclavo del tenis y no tener tiempo para mí”.

 

Ante este tipo de declaraciones, hay quienes opinan que es inmaduro o que no lo logrará si piensa así. Sin embargo, el mundo está cambiando: la salud mental ya no es solo un tema de psicólogos y psiquiatras, y el equilibrio de vida no es una utopía de las nuevas generaciones.

 

Lo que Alcaraz quiere es no perder de vista lo importante de la vida. Quiere lograr su objetivo sin olvidar lo que muchos dejamos de lado por cumplir obligaciones: disfrutar el camino. Básicamente, disfrutar la vida.

 

Si lo pensamos bien, el objetivo es el mismo para todos: disfrutar. No creo que haya alguien que diga “yo no quiero disfrutar la vida”. Pero el día a día, la rutina, las obligaciones, deudas, entregas, reportes… nos hacen olvidar que solo tenemos una vida.

 

En el mundo corporativo, las estadísticas muestran que el 70% de los líderes reportan burnout y el 50% reconoce que el exceso de trabajo frena su rendimiento. Cada vez más ejecutivos exitosos recurren al coaching de liderazgo como una herramienta para alcanzar un equilibrio saludable entre su vida personal y profesional.

 

Para disfrutar, hay que encontrar ese equilibrio. Hay que darnos el tiempo de agradecer lo que tenemos y reír como cuando éramos niños. Y eso, Alcaraz lo sabe hacer muy bien. Cuando ha estado bajo presión extrema, cuando deja de disfrutar el torneo, cuando juega por obligación o solo para ganar una copa más, sabe que es momento de parar. Porque si sigue así, terminará por dejarlo todo. Recarga su batería emocional pasando tiempo con su familia, saliendo con amigos, riendo a carcajadas y olvidando las expectativas que muchos tienen sobre él.

 

Carlos Alcaraz no es solo una estrella deportiva en ascenso, es un modelo de liderazgo contemporáneo: competitivo, mentalmente fuerte y, sobre todo, humano. Nos enseña que se puede aspirar a ser el número uno sin renunciar a vivir momentos plenos. Disfrutar cada paso también es parte del éxito.

 

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