Entre anécdotas con Súper Porky
¿Dónde están los Psycholocos?
Espero que se encuentren muy bien al igual que sus familias, afrontando con fuerza y mucha fe en Dios, el confinamiento para salir victoriosos y regresar a nuestras actividades muy pronto.
Mientras tanto, considero que es un buen momento para seguir conviviendo con nuestros familiares, conocerlos y recordar anécdotas que marcaron nuestras vidas. Es por eso que esta semana estuve con mi padre el gran luchador Súper Porky, en medio de recuerdos, lluvia de carcajadas y una que otra lágrima.
Una de las anécdotas más icónicas que compartimos juntos fue la ocasión en la que mi papá me perdió, cuando yo tenía 4 años, en un campo de futbol, porque de pronto se distrajo con sus amigos y me dejó encargado con una señora, quien me llevó a su casa y me resguardo hasta que mi padre fue a recogerme.
Hasta la fecha, él se apena mucho cuando contamos esta historia, se pone a llorar, me pide muchas disculpas y yo no tengo nada que perdonarle porque siempre estoy seguro del amor que siente por mí y por mis hermanas.
Y es que siempre convivimos mucho y nos pasó de todo, como en aquella ocasión, en que en una arena un señor se enojó conmigo porque insistía en tomarse una foto con Mr. Niebla, y yo le pedía que se formara porque había mucha gente esperando y era mi época de fotógrafo de todos los luchadores.
De pronto me cayó a golpes y se armó en grande porque Tinieblas, Mr. Niebla y por supuesto mi papá salieron a defenderme porque en ese entonces yo tenía 13 años.
¡Qué tiempos! Son momentos que han quedado guardados en mi mente y que en estos días en los que he tenido tiempo de traerlos al presente, tienen un valor muy especial y me hacen atesorar mis raíces para ser una mejor persona.
Espero con todo el corazón que ustedes estén haciendo lo mismo con todos sus seres queridos.
¡Nos vemos muy pronto!