Chiflado. Tras el cierre de la tribuna del Estadio de la Ciudad de los Deportes para el duelo entre América y Pachuca, el alcalde de la Benito Juárez convocó a reunión en la Delegación para arreglar el problema que causó: acudieron el político y su gente, Protección Civil y los abogados del inmueble de la Colonia Nochebuena, de la familia Cosío, los dueños; no participaron representantes del Club América. Y las conclusiones son de risa, una locura.
UN CAPRICHO DE LA NADA
Innecesario. El reporte que entregó la alcaldía en la reunión, tras revisar el operativo del partido femenil por el que el político decidió cerrar las tribunas en Liga MX, fue que Protección Civil “actuó bien”, correcta implementación en las calles, pues la emergencia médica que acusaron se resolvió sin contratiempos, y que así deben de seguir, coordinados.
Es decir, no expusieron problema alguno por resolver, no ahondaron en argumento por el que el alcalde decidió alejar a la afición; de aquel disgusto que comunicó la BJ el viernes no hubo correcciones ni petición para tomar nuevas medidas o modificar las existentes; sólo acordaron seguir por el mismo camino, por lo que no había problema para reabrir la grada. Los asistentes se quedaron con cara de ‘¿What? ¿Y entonces?’ Pues nadie sabe, nadie supo. Así. Una locura de ese tamaño. Como si nada.
AHORA VA LA DE LAS ÁGUILAS
Equitativo. Pero el Club América sufrió pérdidas millonarias, afectaron a sus aficionados, y no se quedó cruzado de brazos. Resulta que el alcalde de la Benito Juárez, Luis Mendoza, ya está denunciado por Grupo Ollamani, por la afectación que le provocó a su gente y al equipo, al cerrar la entrada en el Azulcrema sin argumento válido. El equipo ha promovido un amparo por “decisión arbitraria” y también “un juicio para recuperar lo perdido”, es decir, los boletos vendidos que ya están reembolsando. Ya ni hablar de la afectación a los comercios de la zona.
NO SON LOS ÚNICOS, TAMBIÉN ATLANTE
Descarados. América no es la única víctima del Ciudad de los Deportes, pues el primer gran afectado fue el club que lo revivió: Atlante, que tuvo que salir por culpa de los dueños de un inmueble que estaba hecho pedazos y que el club azulgrana restauró; los propietarios lo siguieron rentando para juegos amateurs, le jineteaban las entradas y le quitaban la mitad de venta de esquilmos. La gota que derramó el vaso fue la recta final del Apertura 24, cuando no lo dejaron jugar y debió disputar la Liguilla en Pachuca.
Por lo que el Potro también demandó, reclamó por vía legal al estadio por no respetar el contrato, daños a la marca, afectación de patrocinios y transmisiones de TV, y resulta que ya les ganó la primera instancia. Veamos.
PERO VOLVERÁN A CDMX
Hogareño. Si Atlante no juega hoy en la Ciudad de México es por los dueños del Ciudad de los Deportes, por lo que salió a Zacatepec. Pero ya prepara el retorno a la que es su casa, la capital, claro que no al inmueble de la Nochebuena.
Hay que recordar que el club azulgrana está por culminar la primera etapa de construcción de sus instalaciones al Sur de la CDMX, el Centro de Entrenamiento Atlante en el Ajusco, donde ya trabaja el equipo.
Pues tiene una invitación en la mesa, que me dicen es altamente probable que la tome para el verano de 2026: volver a jugar en el remodelado Estadio Azteca. Atlante está por regresar a casa, a una de la altura de su categoría e historia. Veamos.




