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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

A Pumas le urge transformarse como Tigres

2024-03-18 | CARLOS PONCE DE LEÓN
CARLOS PONCE DE LEÓN
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La intrascendencia está consumiendo a Pumas con la misma voracidad con la que la burocracia de la UNAM devoró las oficinas de Cantera. El equipo con el enorme felino en el pecho forjó una de las historias más relevantes y pasionales de nuestro futbol, de identidad única, ligada a los valores de la Máxima Casa de Estudios, cantera brillante y extranjeros de valor en el campo, más que nombre rimbombante. Como nadie lo ha hecho en México. Pero se extravió y hace falta un llamado urgente a Rectoría.

El ciclo del último Rector, el del doctor Enrique Graue desde 2015, marcó el hundimiento del Club Universidad en la crisis deportiva, resultado del abandono de la filosofía que encumbró al azul y oro, sustituida por intereses propios, por la avaricia de escritorio personificada en sus dos principales presidentes, Rodrigo Ares de Parga y Leopoldo Silva. Hoy, con Luis Raúl González como interino puesto por la nueva cabeza de Rectoría, Leonardo Lomelí, no pinta distinto su gris presente y futuro. La debacle se confirma con la goleada en Toluca.

Pumas nació para representar a la UNAM en el campo, creció, ingresó al futbol organizado de nuestro país y se colocó en nivel más alto, múltiple campeón, modelo de institución. A mediados de los años setenta fue necesario convertirlo en una Asociación Civil administrada por un Patronato, independiente en gestión de la Universidad, pero ligada en nombre, colores y algunas obligaciones. La evolución lo catapultó al éxito.

Hoy, ese formato está obsoleto, depende demasiado de Rectoría, que sin interés ni tiempo ni recursos, mantiene a asesores de chocolate en un Patronato que ya no aporta a su trascendencia. Ya ni siquiera es lo más importante de lo menos importante para la casa de estudios. Pumas tiene que transformarse como lo hizo su mejor ejemplo, Tigres, cedido por completo a CEMEX por la Universidad Autónoma de Nuevo León, cambio que gestó la época más gloriosa de los felinos del Norte. Sólo así.

Pumas mantiene con las uñas la etiqueta de grande, ya ni siquiera puede garantizar ser el cuarto más popular y bajó hasta el séptimo peldaño como el más ganador de títulos de Liga MX, ya no hablemos de otro tipo; hace 13 años que no gana algo y hoy ni siquiera es favorito para pelear por coronas de ningún torneo. Al Club Universidad le urge una transformación como hizo Tigres o está condenado a sumirse en la intrascendencia por culpa del virus de la mediocridad burocrática de la UNAM.

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