Kevin Álvarez, golpeado por la afición y por su mente: el reto de volver a su mejor versión

Las últimas actuaciones de Kevin Álvarez en el América han estado lejos del nivel que el lateral derecho nos tiene acostumbrados y es el reflejo de lo que ha sido este año para el americanista; sin embargo, los abucheos y los gritos de ¡Fuera Kevin! que recibió el martes por la noche en la cancha del Azulcrema parecen ser excesivos.

Kevin llegó al equipo de Coapa en 2023 como uno de los refuerzos más importantes de aquel verano, pues era considerado el mejor lateral derecho de la liga, venía de ser mundialista en Qatar y campeón con Pachuca en el torneo Apertura 2022. Las expectativas de Jardine y la afición eran altas y el colimense cumplió con creces durante las primeras temporadas con el equipo; pero malas rachas las tienen todos y ahora le tocó a Kevin y esta baja de rendimiento ya le está pasando factura con la afición y con el equipo.

Le costó la titularidad y su regreso al once inicial se debió a la lesión de Espinoza, sin embargo, su desempeño en los últimos dos partidos, especialmente contra Cruz Azul, ha afectado su relación con los aficionados y muy posiblemente su seguridad dentro de la cancha.

La afición exige resultados y omite el pasado, es cierto que en este momento las cosas no han sido positivas para Kevin, pero recordemos que él fue una parte muy importante del tricampeonato y había sido, hasta hace poco, fundamental en el equipo; sin embargo, más allá de las críticas, el juicio más importante para el lateral derecho es el propio, debe sacar la casta y recuperar el nivel, especialmente pensando en que faltan pocos meses para conocer la lista de Aguirre y ser parte de la selección que nos representará en la próxima Copa del Mundo. 

En este momento, Kevin debe comenzar a trabajar con la parte mental. Trabajar consigo mismo para recuperar la confianza y recordar que tiene el talento suficiente para regresar al lugar que alguna vez ocupó. Encontrar la fuerza que lo lleve a entregar buenos resultados no solo está en hacer un esfuerzo adicional en los entrenamientos o con el preparador físico del equipo, está en encontrar y entender lo que está pasando en su mente.

También será fundamental la actitud y el trabajo que Jardine y su cuerpo técnico hagan con él. Lejos de mandarlo a la congeladora, es una gran oportunidad para el brasileño de demostrar su liderazgo y mentoría a través de apoyar a su jugador y darle la confianza que necesita para superar este trago amargo. Adicionalmente, es básico el apoyo de sus compañeros y su entorno.

Kevin debe evitar las distracciones y trabajar muy fuerte en su recuperación futbolística. A sus 26 años, tiene todavía mucho que ofrecer y está en la antesala del momento dorado de todo deportista, en el que se combina la fuerza física, la actitud y especialmente la experiencia que ha acumulado en todos estos años. 

Con lo que ha demostrado hasta ahora en su carrera, es un hecho que Kevin puede regresar y tener una gran revancha personal. Todo depende de él, de cómo encare el momento. 

Crisis como estas son el momento ideal para mirar hacia adentro y lograr un verdadero crecimiento personal, estable y duradero para realmente conocernos y tener un crecimiento profundo. Ojalá Kevin lo sepa y sobre todo, lo aproveche.