Si estabas esperando que las lluvias se despidieran pronto de la Ciudad de México, más vale que te vayas haciendo a la idea de que van para largo. Según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), todavía nos esperan meses de precipitaciones, principalmente por las tardes. Así que prepárate para seguir esquivando charcos, sacando el impermeable y revisando bien las coladeras.
La entrada del verano ocurrió el 20 de junio a las 23:24 horas, y aunque es una de las estaciones más calurosas del año, en México suele venir con agua incluida. El verano terminó el 22 de septiembre, pero eso no significa que las lluvias se vayan ese mismo día. De hecho, de acuerdo con el pronóstico oficial, la temporada de lluvias concluye hasta el 30 de noviembre.

Ciclones en el radar
La temporada de ciclones tropicales arrancó el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico. Cenapred prevé una actividad fuerte: entre 16 y 20 ciclones en el Pacífico y entre 13 y 17 en el Atlántico. Y aunque no todos tocarán tierra, sí generarán lluvias intensas, fuertes vientos y otras afectaciones.
Esto significa que no solo vas a lidiar con lluvias cotidianas, también con potenciales tormentas que podrían complicar aún más la vida en la ciudad.

¿Qué nos espera en CDMX?
El Cenapred advierte que las lluvias podrían persistir desde la mañana hasta la noche, con afectaciones que van desde inundaciones y caída de árboles, hasta accidentes por pavimento mojado y socavones. Sí, el caos chilango de siempre, pero mojado.
Ante este panorama, la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) lanzó una lista de recomendaciones básicas pero importantes:
- Llevar siempre paraguas o impermeable.
- Limpiar las coladeras dentro y fuera de casa.
- No cruzar calles con corrientes de agua.
- Evitar zonas encharcadas o pasos a desnivel inundados.
- Tener cuidado con ramas, lonas y estructuras sueltas.
- No hacer actividades al aire libre durante tormentas.
- Alejarse de postes y cables eléctricos.
Y no está de más revisar tu póliza de seguro. En algunos casos, los daños por lluvias pueden ser considerados pérdida total, así que más vale estar prevenido.





