El 31 de diciembre no solo es una fecha para celebrar y despedir el año; también está cargada de creencias populares y tradiciones que, para muchas personas, influyen en la forma en que se recibe el nuevo ciclo. A lo largo del tiempo, se han establecido prácticas que se recomienda evitar para no atraer energías negativas.
Aunque no existe sustento científico detrás de estas ideas, forman parte del imaginario colectivo y de costumbres que se repiten generación tras generación, especialmente en el cierre del año.

Entre reuniones familiares, cenas y festejos, hay quienes procuran cuidar cada detalle de sus acciones durante las últimas horas del año, con la intención de iniciar enero con el pie derecho.
¿Qué acciones se recomienda evitar el 31 de diciembre?
Una de las creencias más extendidas es no barrer ni sacar la basura por la noche, ya que se dice que hacerlo simboliza expulsar la buena suerte o la prosperidad que podría llegar en el nuevo año.
También se considera de mala fortuna romper objetos, especialmente platos o vasos, pues esto se asocia con conflictos, carencias o problemas durante los meses siguientes.

Otra práctica que muchos evitan es discutir o enojarse en las últimas horas del año, ya que se cree que cerrar el ciclo con emociones negativas podría influir en el estado de ánimo y las relaciones durante el año entrante.
¿Por qué estas creencias siguen vigentes?
Especialistas en cultura señalan que estas ideas persisten porque ofrecen una sensación de control ante la incertidumbre que implica comenzar un nuevo año. Evitar ciertas acciones funciona como una forma simbólica de protección y esperanza.

Asimismo, muchas de estas tradiciones están ligadas a valores como la armonía familiar, el orden y la convivencia pacífica, más allá del significado supersticioso que se les atribuye.
Otras recomendaciones populares incluyen no quedarse dormido antes de la medianoche, evitar usar ropa rota o sucia y no pasar el Año Nuevo en soledad, ya que se asocia con un año de aislamiento.
Al final, cada persona decide qué tradiciones seguir. Para algunos, son simples costumbres; para otros, una manera de cerrar ciclos y comenzar nuevos propósitos con una actitud positiva.





