La noche que debía ser de fiesta deportiva por el amistoso entre las selecciones de Ecuador y México en Guadalajara se transformó en una jornada de terror y luto en Ecuador. Minutos antes del pitazo inicial, una explosión estremeció a Guayaquil, en un atentado con coche bomba que, según reportes, cobró una vida y paralizó a la nación sudamericana.

La tragedia alcanzó su punto álgido cuando el Ministro John Reimberg confirmó la naturaleza y la magnitud del ataque, calificándolo de "acto terrorista" perpetrado por grupos delincuenciales profesionales.
Doble Atentado: Desmantelan arsenal de "alto poder"
Mientras los ojos del país estaban puestos en el campo de juego en México, la Policía Nacional en Guayaquil activaba una operación de emergencia. El Ministro Reimberg reveló que se encontraron dos vehículos explosivos, uno que detonó y otro que fue neutralizado a tiempo.
"Hay dos vehículos de los cuales uno detonó mientras que el segundo contiene una cantidad de explosivo que no detonó y que fue inmediatamente neutralizado," detalló el funcionario en un comunicado urgente.

La posterior inspección al vehículo neutralizado reveló un arsenal que evitó una potencial masacre:
- Cuatro cargas explosivas de alto poder con sus respectivas mechas de seguridad.
- Un dispositivo electrónico para la activación remota del explosivo.
Las imágenes compartidas por el Ministro mostraron el complejo cableado y los artefactos recuperados, lo que confirma que no se trataba de un explosivo artesanal, sino de "elementos de elaboración profesional" utilizados por organizaciones criminales para "ocasionar caos en el país."
El partido se jugó con normalidad
La crudeza del atentado en Guayaquil contrastó con el desarrollo del partido. Aunque se realizó un minuto de silencio en el estadio de Guadalajara, este fue ofrecido en memoria de las víctimas de las inundaciones en México.
La selección ecuatoriana y su cuerpo técnico, aparentemente sin información del violento suceso en su país, no pudieron guardar luto en honor a la persona fallecida y a las víctimas del terrorismo en Guayaquil.

La Policía Nacional continúa con las investigaciones para dar con los responsables de este brutal acto que utiliza la violencia extrema para desafiar al Estado en un momento de distracción nacional. El país se mantiene en alerta máxima, conmocionado por la escalada del terrorismo mientras lidiaba con la pasión del fútbol.




