A pocos días del inicio del cónclave que definirá al nuevo papa, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y uno de los más cercanos colaboradores de Francisco, ha propuesto oficialmente al maltés Mario Grech como candidato para ocupar el trono de San Pedro. Esta es la primera postulación formal anunciada públicamente en el marco de las congregaciones previas a la votación, programada para comenzar el próximo 7 de mayo.
Grech, de 68 años y actual secretario general del Sínodo de los Obispos, es visto como un fiel continuador del proyecto sinodal promovido por el pontífice argentino. Su nominación ha sido bien recibida en los sectores reformistas de la Iglesia, mientras que el bloque conservador aún guarda silencio o analiza posibles alternativas como la del cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén.
Mario Grech es el primer elegido
La propuesta de Mario Grech representa la apuesta más clara por continuar con la transformación sinodal iniciada por Jorge Bergoglio en 2021. El propio papa Francisco prorrogó este proceso hasta 2028 poco antes de su muerte, convencido de que es el camino para lograr una Iglesia más abierta a la participación de laicos y mujeres, y más sensible a los desafíos sociales contemporáneos.

Jean-Claude Hollerich, jesuita como Francisco, fue relator del Sínodo y ha defendido una visión eclesial centrada en el diálogo, la inclusión y la corresponsabilidad. Su respaldo a Grech no es casual: busca asegurar que el próximo papa mantenga el rumbo reformista que marcó el pontificado del argentino.
Un cónclave histórico
La elección se llevará a cabo con la participación de 135 cardenales electores, el número más alto en la historia de la Iglesia. Para consagrar al nuevo pontífice se requieren al menos 89 votos, es decir, dos tercios del total. Las sesiones iniciales servirán para medir las verdaderas fuerzas de cada candidato.
Los antecedentes indican que la decisión podría tomarse con rapidez. En 2005, Benedicto XVI fue electo al cuarto escrutinio; en 2013, Francisco lo logró al quinto. Esta celeridad suele interpretarse como una señal de unidad, un factor crucial en tiempos de transición pontificia.

Expectativa mundial y clima de unidad
La fumata blanca, que anunciará al mundo la elección del nuevo Papa, podría verse tan pronto como el jueves 8, si el consenso es tan sólido como se anticipa. Mientras tanto, las reuniones informales y las misas de los Novendiales —días de luto por la muerte del Papa— continúan, como la que será oficiada por el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández, estrecho amigo de pontífice fallecido.
El camino hacia un nuevo liderazgo en el Vaticano parece marcado por la búsqueda de continuidad, aunque la resistencia de los sectores tradicionalistas podría influir en el proceso. Mario Grech representa hoy la figura que sintetiza el legado de Francisco y el deseo de una Iglesia que camina con el pueblo.
