La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Condusef encendieron las alertas sobre los fraudes financieros que afectan con mayor frecuencia a los adultos mayores en México. A través de la edición de octubre de la Revista del Consumidor, ambas instituciones detallaron las estafas más comunes que ponen en riesgo el patrimonio y la seguridad de este sector vulnerable.
El principal problema, señalaron, es que muchos de estos fraudes se aprovechan del desconocimiento tecnológico y financiero de los adultos mayores, quienes muchas veces no solo son víctimas de extraños, sino incluso de personas cercanas a su círculo familiar.

¿Cómo operan los estafadores?
Entre las estafas más comunes están los correos electrónicos falsos, que suplantan la identidad de bancos o tiendas departamentales y piden verificar datos sensibles como contraseñas o números de cuenta.
Otro método son las llamadas engañosas: delincuentes que se hacen pasar por empleados bancarios o familiares que piden transferencias “urgentes” por supuestas emergencias.
También hay quienes ofrecen “inversiones seguras” con grandes ganancias, pero que en realidad son esquemas piramidales, y los cada vez más frecuentes mensajes falsos por WhatsApp o SMS, que activan fraudes al dar clic en enlaces sospechosos.

El fraude también llega a casa
Las autoridades advierten sobre las visitas domiciliarias sospechosas, en las que personas se hacen pasar por trabajadores del gobierno, salud o programas sociales para ingresar al hogar y cometer fraudes directamente.
Sin embargo, la forma más delicada de estafa es el abuso de confianza familiar. En este caso, hijos, nietos u otros parientes “ayudan” con las cuentas bancarias o tarjetas, pero terminan controlando el dinero del adulto mayor, incluso limitando su independencia.

¿Cómo protegerse?
Tanto Profeco como Condusef insisten en la importancia de la educación financiera y tecnológica como barrera de prevención. Algunas recomendaciones clave son:
- Tomar cursos básicos sobre seguridad digital y uso de cajeros o apps bancarias.
- No compartir datos personales por teléfono o internet.
- Leer con atención cualquier documento antes de firmar.
- Verificar llamadas o mensajes directamente con el banco antes de actuar.
“La protección del patrimonio no debe significar perder independencia, sino fortalecer la seguridad”, señalaron ambas dependencias.





