En la Ciudad de México, poner el cuerno o maltratar a tu pareja ya no solo podría costarte el matrimonio, sino también todos los bienes que alguna vez compartieron. Una nueva iniciativa presentada en el Congreso capitalino propone que, cuando se compruebe una falta grave dentro del matrimonio, la persona afectada se quede con el 100% de los bienes.
La propuesta, impulsada por la diputada de Morena Elizabeth Mateos, busca reformar el Código Civil local para que la infidelidad, el abandono injustificado, las adicciones no tratadas y la violencia familiar tengan consecuencias legales más allá del divorcio.

“En el caso de los matrimonios celebrados bajo el régimen de sociedad conyugal, cuando se acredite que uno de los cónyuges incurrió en faltas graves al deber conyugal como violencia familiar, infidelidad, abandono injustificado, adicciones no tratadas o cualquier otra conducta que haya causado daño al otro cónyuge o sus hijos, podrá ordenarse que dicho cónyuge pierda totalmente su derecho a la liquidación de los bienes comunes", detalla el proyecto.
Ya no aplicaría el 50 y 50
Actualmente, incluso si un cónyuge comete alguna falta grave, la ley le otorga el 50% de los bienes comunes. Sin embargo, la nueva propuesta busca corregir lo que considera una injusticia.

“La jueza o juez resolverá atendiendo a las pruebas aportadas y bajo los principios de equidad, justicia y protección a las víctimas”, aclara el texto que propone adicionar una fracción V bis al artículo 267 del Código Civil.
La iniciativa también fortalecería el papel del Ministerio Público y los jueces familiares, para que las víctimas de abuso o abandono reciban una compensación justa.

Los divorcios van en aumento
Según cifras del Gobierno de la CDMX, los divorcios han crecido más del 30% en la última década, y la violencia de pareja alcanza el 39.9%. Por eso, este tipo de medidas buscan, además de justicia, mandar un mensaje claro: si rompes las reglas del matrimonio, podrías irte con una mano adelante y otra atrás.
Por ahora, la propuesta deberá pasar a comisiones para su análisis. Pero si se aprueba, marcaría un cambio histórico en el derecho familiar de la capital.





