Las autoridades sanitarias a nivel mundial han emitido alertas ante la aparición de una nueva variante del COVID-19: la NB.1.8.1, una variante de Ómicron que ha comenzado a extenderse en varios países y mantiene bajo vigilancia a los organismos de salud.
¿Dónde se ha detectado?
La variante NB.1.8.1 fue identificada por primera vez en enero de 2025 en países como Egipto, Tailandia y las Maldivas. Desde entonces, se ha extendido a más de 22 países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y varias naciones de Asia y Europa. En territorio estadounidense, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han confirmado casos en Nueva York, California y Arizona.

OMS ya emitió una alerta sanitaria
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a NB.1.8.1 como "variante bajo monitoreo", debido a su rápida propagación y a la posibilidad de que presente mutaciones que aumenten su transmisibilidad. A pesar del incremento de casos y hospitalizaciones en algunas regiones, hasta ahora no existen evidencias de que provoque una enfermedad más grave que otras variantes.

Síntomas de la NB.1.8.1
Los síntomas asociados a esta nueva variante son similares a los presentados por otras versiones de Ómicron. Entre los más comunes se encuentran:
Fiebre o escalofríos
Tos
Dolor de garganta
Congestión o secreción nasal
Fatiga
Dolores musculares o corporales
Dolor de cabeza
Náuseas o vómitos
Diarrea.
Efectividad de las vacunas
Según los informes preliminares, las vacunas actuales continúan ofreciendo protección significativa contra las formas graves de la enfermedad, aunque algunas mutaciones podrían disminuir la eficacia de ciertos anticuerpos neutralizantes. Las autoridades sanitarias recomiendan mantener el esquema de vacunación actualizado y aplicarse las dosis de refuerzo correspondientes.

Recomendaciones preventivas
Mientras continúa el monitoreo de la NB.1.8.1, los expertos sugieren mantener medidas preventivas como el uso de cubrebocas en espacios cerrados, higiene de manos, ventilación adecuada y aislamiento ante la presencia de síntomas, además de mantenerse informados a través de los canales oficiales de salud.