Por recomendación de Protección Civil, las clases en las 6,343 escuelas públicas de preescolar, primaria y secundaria concluirán el 27 de junio en Sinaloa, debido a las altas temperaturas. Catalina Esparza Navarrete, encargada del despacho de la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Estado, explicó que se emitió una circular a todos los planteles de educación básica para que el personal docente finalice sus actividades de manera anticipada debido a las condiciones climáticas.
Del 1 al 4 de julio se brindará atención a los estudiantes con retrasos educativos o necesidades especiales, así como se llevarán a cabo los festivales correspondientes al cierre del ciclo escolar. Además, se insta a los docentes a tomar las precauciones necesarias, ya que finalizarán sus labores el 10 de julio.
¿Cómo afecta el calor a los menores?
El calor puede afectar a los niños de varias maneras, ya que sus cuerpos son más susceptibles a los cambios de temperatura y tienen más dificultades para regular su temperatura corporal en comparación con los adultos. Algunos de los efectos del calor en los menores incluyen:
1. Deshidratación: Los niños tienden a deshidratarse más rápido que los adultos debido a su tamaño corporal y a que su tasa metabólica es más alta. El calor aumenta la pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede llevar a la deshidratación si no se reemplazan adecuadamente los fluidos perdidos.
2. Golpe de calor: Los niños son más susceptibles al golpe de calor, una condición potencialmente mortal causada por la exposición prolongada a altas temperaturas. Los síntomas incluyen fiebre alta, confusión, mareos, náuseas y pérdida del conocimiento.
3. Malestar general: El calor excesivo puede hacer que los niños se sientan incómodos y irritables. También puede afectar su capacidad para concentrarse y participar en actividades físicas.
4. Problemas respiratorios: En algunos casos, el calor extremo puede empeorar los problemas respiratorios preexistentes, como el asma.
5. Agotamiento por calor: Los niños que participan en actividades al aire libre durante períodos prolongados bajo el sol corren el riesgo de sufrir agotamiento por calor, caracterizado por debilidad, fatiga, sudoración excesiva, náuseas y mareos.
Por lo tanto, es importante tomar medidas para proteger a los niños del calor, como mantenerlos hidratados, vestirlos con ropa ligera y transpirable, evitar la exposición prolongada al sol durante las horas más calurosas del día y proporcionarles lugares frescos y sombreados para descansar.
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