En un giro digno de una película de acción, Keanu Reeves está a punto de recuperar uno de sus objetos más preciados: un reloj Rolex conmemorativo de “John Wick 4”, robado durante un asalto a su casa en Los Ángeles en 2023.
El hallazgo se realizó a más de 5,000 millas de distancia, en Santiago de Chile, como parte de una operación conjunta entre la policía chilena y el FBI. “2021, JW4, thank you, The John Wick Five”, dice la inscripción del Rolex, que el actor había regalado como muestra de gratitud a miembros del equipo tras filmar la cuarta entrega de la saga.
La joya, valuada en casi 10 mil dólares, fue una de las seis piezas sustraídas por una banda especializada en robar casas de celebridades. Entre los objetivos del grupo delictivo también figuraba Travis Kelce, jugador de la NFL y pareja de Taylor Swift.

Un golpe internacional y la mano del FBI
Además del reloj de Reeves, durante el operativo se recuperaron autos robados, celulares, bolsos de diseñador y alhajas valuadas en 125 mil dólares. El miércoles pasado, autoridades chilenas entregaron los objetos al FBI, que trabaja ahora para regresarlos a sus legítimos dueños.
Aunque Keanu no se encontraba en casa durante el robo, el actor y su equipo quedaron profundamente afectados. Se presume que los delincuentes no buscaban solo objetos de valor, pues también sustrajeron un arma de fuego y documentos confidenciales.

Reeves, bajo asedio desde hace años
Este no ha sido el único incidente de seguridad que ha enfrentado la estrella de “Matrix”. En 2014, su propiedad en Hollywood Hills ya había sido blanco de otro intento de allanamiento. Más recientemente, el actor obtuvo una orden de restricción contra Bryan Dixon, un presunto acosador que irrumpió varias veces en su residencia, llegando incluso a dormir en su jardín.
“El sospechoso dejó una mochila sospechosa y alarmante en la propiedad”, declararon autoridades tras uno de los incidentes más graves.
Pese a que Reeves reforzó la seguridad con vigilancia privada, los robos siguieron ocurriendo. Hoy, su historia de vida se mezcla con la ficción: la lucha contra el crimen no termina ni fuera del set.





