Claudia Sheinbaum no piensa ceder. La presidenta de México rechazó públicamente la propuesta de Ricardo Salinas Pliego de establecer una mesa de diálogo para resolver los adeudos fiscales que enfrenta su grupo empresarial con el SAT. El magnate había pedido un encuentro “abierto, serio y transparente”, pero la mandataria fue contundente.
“Esto no es un asunto de negociación en lo oscurito, es un asunto de ley. Mesas técnicas ha habido muchísimas sobre este caso particular, él o este grupo tiene derecho a lo que tiene derecho cualquier deudor en caso de que pague”, expresó Sheinbaum durante su conferencia mañanera del viernes.
La mandataria aseguró que no se trata de una persecución política, sino de un proceso legal en curso. Actualmente, hay nueve casos fiscales relacionados con el consorcio de Salinas Pliego que suman un adeudo total de 48 mil 382 millones de pesos, y que están por resolverse en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

“Impuestos no pagados por un grupo empresarial”
Durante la misma conferencia, la procuradora fiscal de la Federación, Grisel Galeano, presentó una exposición detallada del caso. Afirmó que el adeudo se concentra en cuatro empresas del grupo Salinas y responde a un “patrón” de uso indebido de pérdidas fiscales para evitar el pago de impuestos.
“Traemos ya nueve temas de créditos que están muy pronto, muy pronto para resolverse en la Corte, para ser exigibles. Y justamente están concentrados en cuatro de estas empresas, de muchas que conforman este gran consorcio (...) 17 años sin pagar impuestos desde 2008”, expuso.
Galeano explicó que se trata de un abuso de la figura de consolidación fiscal, la cual fue eliminada en 2014 por generar desigualdades entre grandes empresas y PYMES. “Estos nueve casos muestran un patrón de abuso de la figura de la consolidación fiscal; per se no era mala, tenía un buen objetivo, pero se abusó de ella”, señaló.

Litigios agresivos y presiones
Además del uso indebido del esquema de consolidación, las autoridades también señalaron que Grupo Salinas ha tenido una actitud “muy agresiva” en sus litigios. A pesar de ello, tanto la presidencia como el SAT insisten en que no hay trato preferencial ni persecución, sino una exigencia clara: pagar lo que se debe.
Los casos están en su etapa final y podrían marcar un precedente importante en la relación entre grandes corporativos y el fisco mexicano.





