Las uvas —tanto rojas como verdes— son protagonistas de una de las costumbres más extendidas para recibir el Año Nuevo: comer 12 uvas al sonar las campanadas de medianoche, con la esperanza de atraer buena suerte y prosperidad para cada mes del año entrante.

Aunque se usan indistintamente para este ritual, las uvas rojas y verdes presentan diferencias en color, sabor y composición nutricional que pueden influir en tu elección al prepararte para celebrar el comienzo de 2026.
¿Qué distingue a las uvas rojas de las verdes?
1. Color y compuestos naturales
La diferencia más evidente está en su tonalidad: las uvas rojas deben su color a pigmentos llamados antocianinas, un tipo de antioxidante natural, mientras que las uvas verdes carecen de estos pigmentos, presentando tonos más claros y frescos.
Estas variaciones no son sólo estéticas: los compuestos responsables del color influyen en los beneficios y propiedades nutricionales de cada tipo.

Beneficios nutricionales: ¿una opción es mejor que la otra?
2. Antioxidantes y salud
Las uvas rojas suelen tener niveles más altos de antioxidantes como resveratrol, un compuesto vinculado a efectos antiinflamatorios, cardioprotectores y antioxidantes, lo que puede favorecer la salud del corazón y ayudar a combatir el daño celular.
Por su parte, las uvas verdes contienen flavonoles y otros polifenoles, que también ofrecen beneficios antiinflamatorios y antioxidantes, además de aportar vitamina C y potasio, esenciales para diversas funciones del organismo.

¿Y el sabor?
3. Dulzura y acidez
Uvas rojas: suelen ser más dulces y jugosas, lo que puede hacerlas preferidas para el paladar de quienes disfrutan de sabores intensos.
Uvas verdes: tienden a tener un sabor más ligero y ligeramente ácido, con texturas más crujientes.
La elección entre una u otra puede depender simplemente de tu gusto o de cómo quieras combinarlas en platos o bandejas de frutas durante la celebración.
Tradición de Año Nuevo: ¿importa el color de la uva?
Si bien la costumbre de comer 12 uvas en Nochevieja proviene de España y se practica ampliamente en México y otros países latinoamericanos, no existe una regla estricta sobre el color que debes elegir. Lo más importante del ritual es la intención con la que se realiza, más allá de si las uvas son rojas o verdes.





