Después de 13 años, Peñarol avanzó a las semifinales de la Libertadores tras dejar en el camino al poderoso Flamengo. Fue además una reivindicación para el fútbol uruguayo que llevaba una década sin marcar presencia entre los cuatro mejores del continente.
El “Manya”, monarca de Sudamérica en 1960, 1961, 1966, 1982 y 1987, visitará el miércoles a Botafogo, la sensación del fútbol brasileño que busca su primera estrella continental.
“Los favoritos son ellos”, se sinceró el entrenador de Peñarol Diego Aguirre, pese al historial. “Por infraestructura, presupuesto, figuras, jugadores de selección, categoría de tener 25 jugadores de nivel”.
Mineiro, dirigido por el argentino Gabriel Milito, viene de asegurarse el pase a la final de la Copa Brasil tras empatar el sábado 1-1 con Vasco de Gama. Jugaron todos los titulares, a diferencia del conjunto argentino, que preservó algunas figuras en la igualdad por el mismo marcador ante Vélez Sarsfield el viernes por la liga argentina.
El último cruce entre argentinos y brasileños fue en 2021, con victoria para Mineiro 4-0 en el global.
“La Copa Libertadores es un gran objetivo, es un gran sueño para nosotros”, indicó Milito. “Somos un equipo muy fuerte, pero sabemos que el rival también lo es. Veremos quién es el mejor en los 180 minutos”.




