DT de Corea del Sur se llevó sombrero mexicano del sorteo del Mundial 2026

Nuevamente, Corea del Sur fue ubicado en el mismo Grupo que la Selección Mexicana tal como ocurriera en el Mundial de Rusia 2018 donde se edificó una hermandad entre ambos representativos debido a que los asiáticos ayudaron en el último juego a que México avanzara tras vencer a Alemania. 

Sorteo del Mundial 2026 l RokEmbDC

 

En este 2026 mexicanos y asiáticos se verán cara a cara y tras el sorteo el entrenador Hong Myung-bo se llevó un obsequio muy especial, y es que el DT tuvo como obsequio un sombrero de mariachi ‘mini’ como símbolo de la cultura mexicana.

Todo esto ocurrió cuando pasó junto a demás representantes del combinado surcoreano pasaban por el área de prensa, momento en que recibiría el pequeño detalle tomándolo por sorpresa y agradeciendo el gesto, aunque con prisa. 

Sombrero a casa l CAPTURA 

 

¿Cómo se formó la hermandad entre México y Corea del Sur? 

El 27 de junio de 2018, en el Mundial de Rusia, nació una relación inesperada: la hermandad México–Corea, un fenómeno social y cultural que volvió a encenderse camino al Mundial 2026 por su peso histórico y emocional que se derivó del triunfo tan esperado, por parte del Tri, de Corea del Sur sobre Alemania para obtener el pase a Octavos de Final.

Corea del Sur, ya eliminada, jugó con el orgullo como motor. Alemania atacó sin claridad, mientras los asiáticos resistían y esperaban su momento. Y llegó: Kim Young-gwon marcó el primero en tiempo añadido. El VAR lo validó. Alemania quedó de rodillas.

Minutos después, Son Heung-min selló el 2-0 con la portería vacía, desatando un terremoto emocional a miles de kilómetros de distancia en México. En cuestión de segundos, el país entero pasó del sufrimiento al júbilo. No solo México avanzó a Octavos: había un nuevo héroe nacional… y era Coreano.

Ceremonia de sorteo l RokEmbDC

Reconocimiento en México 

En Ciudad de México, cientos de aficionados fueron a la embajada de Corea del Sur cargando mariachis y tequila. El cónsul general salió, levantado en hombros por los aficionados, mientras la multitud coreaba: “¡Corea, hermano, ya eres mexicano!”, “¡Gracias Corea!”.

En Monterrey, Guadalajara, Tijuana y decenas de ciudades se repitió la escena: banderas coreanas improvisadas, abrazos a turistas asiáticos, restaurantes coreanos abarrotados. Era una mezcla perfecta de humor, agradecimiento genuino y pasión futbolera.