La temporada 2025 de la NFL todavía no comienza oficialmente, pero las lesiones ya están marcando el rumbo de algunos equipos. Con los primeros juegos de pretemporada en marcha, varios jugadores clave han sufrido percances que podrían condicionar el año para sus franquicias.

El caso más dramático ocurrió en Baltimore, donde el esquinero novato Bilhal Kone—seleccionado en el último draft— sufrió una escalofriante fractura en la rodilla izquierda durante el duelo ante Indianapolis Colts. Los Ravens confirmaron que el joven defensor no podrá jugar en toda la campaña.
En el mismo partido, el quarterback de los Colts, Anthony Richardson, volvió a encender las preocupaciones médicas. Desde su llegada a la liga hace dos años, las lesiones han frenado su desarrollo, y este año comenzó igual: se dislocó el dedo meñique de la mano izquierda. Aunque todo indica que estará listo para la Semana 1, el equipo lo evaluará día a día.
Otro golpe sensible lo sufrió Los Ángeles Chargers, que perderán al tackle izquierdo Pro Bowl Rashawn Slater por toda la temporada debido a una rotura del tendón rotuliano durante una práctica el jueves.

La jornada también dejó un momento de gran tensión en Atlanta, cuando Morice Norris, linebacker de Detroit Lions, sufrió una fuerte conmoción tras un duro golpe en la cabeza durante el duelo ante Falcons. El jugador quedó inconsciente en el campo, lo que obligó a suspender el encuentro. Afortunadamente, Norris fue estabilizado y se encuentra hospitalizado en condición estable.
La pretemporada apenas inicia, pero las bajas de este arranque ya empiezan a modificar los planes y las expectativas para varias franquicias.
