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Opinión

Vero Velázquez

Una experta del mundo Running, quien nos dará los mejores tips para correr y llevar un estilo de vida saludable.

El premio a la persistencia

2017-04-07 | Verónica Velázquez
VERóNICA VELáZQUEZ
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Estamos a nueve días del maratón de Boston, la competencia de este tipo más deseada por miles de corredores en todo el mundo. Para esta dicha prueba, el entrenamiento no es de unos meses como para otras.

La preparación comienza en el camino para llegar a la clasificación y esto, para muchos corredores, toma varios años. La ruta para obtener un lugar en este evento es larga y casi siempre dolorosa.

El maratón de Boston es para corredores valientes, disciplinados y decididos, es el premio a la persistencia.

Durante los últimos años, personalmente he visto de cerca a varios corredores que han pasado por este trayecto y he observado, con gran admiración, la incansable pasión con la que entrenan día a día para lograr su sueño.

Los maratonistas que logran la clasificación a Boston tienen características muy específicas, que si bien podría parecer que son atribuibles a cualquier corredor, en realidad lo que los hace diferentes es el nivel de compromiso y dedicación con el que entrenan. “Hay niveles”, dicen por ahí.

Es cierto que para correr un maratón se requiere de orden y constancia para entrenar, eso es general. Pero para cumplir con los requisitos que demanda el de Boston y correr a la velocidad necesaria para clasificar, se necesita de planeación y auto exigencia inquebrantable en el entrenamiento. Y aun así, siempre existe la posibilidad de no lograr la meta repetidas veces.

Las variables a controlar son muchas, así que un corredor que tiene clasificación a Boston y que tuvo que hacer varios intentos, ha tenido que hacerla, incluso, de adivino, ya que no solamente se deben considerar los elementos controlables, sino todos los factores externos.

Un corredor bien preparado puede tener un mal día de competencia por causa de la temperatura ambiente o la humedad. Imagínese usted, entrenar sin fallar, cuidando todos los detalles y no lograr un objetivo porque el clima está en su contra. Pues sucede y es por eso que se necesita además tolerancia a la frustración para lograr la clasificación.

Esta columna está dedicada a todos los que lograron un lugar y correrán el próximo lunes 17 de abril por las calles de Boston. A los que les costó muchísimo trabajo y a los que no. A los que intentaron clasificar una y otra vez, y aun sin lograrlo repetidas veces, se levantaron de nuevo hasta alcanzarlo.

Está dedicada también a los que están reponiéndose de alguna lesión y están lidiando y aprendiendo de la frustración.

A usted que va a Boston, le deseo que en estos días que faltan pueda reconocer con gratitud el camino recorrido y que el día de la competencia esté lleno de gozo y bastante diversión.

Y le dejo un consejo de corredora amateur: duerma suficiente y coma bien. No lo vaya a echar todo a perder con una fiesta o un mole ahorita, por favor.

Hágale caso a su entrenador, estos son días de bajar la intensidad. Lo hecho, hecho está. Ya sólo toca ir a recoger el gran premio a la persistencia. Por supuesto después de correr los 42 mil 195 metros respectivos. ¡Mucho éxito!

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