La semana inició con polémica gamer y terminó con sorpresa: el Gobierno de México no solo quiere cobrar impuestos a videojuegos violentos, también planea desarrollar los suyos, sí los videojuegos del Bienestar.
Todo comenzó el 9 de septiembre, cuando se presentó el Paquete Económico 2026. Ahí se anunció un paquete de “impuestos saludables”, donde se incluye un nuevo gravamen del 8 % a videojuegos considerados violentos. El argumento: proteger a la infancia. El sustento: un estudio publicado en 2012.

Pero la conversación dio un giro inesperado el 11 de septiembre, cuando el secretario de Salud, David Kershenobich, soltó la bomba durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum: el gobierno desarrollará videojuegos propios con enfoque educativo.
“Estamos en el proceso de implementar videojuegos para los niños, que permitan poder transmitir estos conceptos muy importantes (de salud), estas medidas saludables desde la infancia, aprovechando los videojuegos y tratando de disminuir la violencia”, declaró Kershenobich
La frase detonó todo tipo de reacciones en redes sociales. Algunos aplaudieron la iniciativa; otros no tardaron en llamarlos los “Videojuegos del Bienestar”. El nombre ya pegó, aunque ni consola tienen todavía.

¿El nuevo producto del Bienestar?
Hasta ahora, los Productos del Bienestar lanzados por la actual administración incluyen:
- Café del Bienestar: cultivado por comunidades originarias y vendido en tiendas sociales.
- Chocolate del Bienestar: hecho con cacao tabasqueño y sin conservadores.
- Frijol del Bienestar, maíz subsidiado, y una red de Tiendas del Bienestar (antes Diconsa) que ofrecen canasta básica a bajo costo.
¿Lo que viene? Un videojuego. O varios. Según la visión oficial, servirán para enseñar hábitos saludables, prevenir la violencia y educar desde la infancia. Pero expertos advierten que desarrollar un buen videojuego requiere mucho más que buenas intenciones: narrativa, diseño, jugabilidad, inversión y conocimiento del medio.
La industria gamer no se quedó callada
El nuevo impuesto fue duramente criticado por medios especializados. No solo por considerarlo un golpe injusto al entretenimiento, sino por basarse en un estudio viejo, sin evidencia actualizada.

Y ahora, con la entrada del gobierno al terreno creativo, muchos se preguntan: ¿de verdad pueden competir con títulos como Minecraft, Fortnite o Roblox?




