Cruz Azul abrió las puertas de su entrenamiento este viernes, para que la afición pudiera acompañar al equipo en la recta final de su preparación; rumbo al partido de vuelta de la final de la Liga de Campeones de la Concacaf ante el Vancouver Whitecaps.
Con Gabriel Fernández como única baja, el equipo celeste contó con plantel casi completo. La buena noticia para los cementeros fue ver a Carlos Rotondi trabajando al parejo de sus compañeros, luego de logró superar las molestias físicas que lo aquejaban.

Durante la primera mitad del entrenamiento, la Sangre Azul, desplegó un gran telón con la leyenda “El Gigante de México”, acompañado de banderas con la imagen del trofeo de la Concachampions, en una clara muestra de aliento y confianza hacia el equipo.
El ambiente fue de fiesta y apoyo total, reflejando la ilusión que genera la posibilidad de que Cruz Azul levante un nuevo título internacional, después de varios años de sequía.





