El Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán fue escenario de un partido sorpresivo. Sevilla y Mallorca se enfrentaron en un duelo de necesidades opuestas: los locales buscaban mantenerse en la pelea por los puestos altos, mientras que los visitantes aspiraban a salir del fondo de la tabla. Contra todo pronóstico, el conjunto balear dio el golpe y se llevó un triunfo de 1-3tan valioso como inesperado.

Así fue la derrota de Sevilla ante Mallorca
El encuentro comenzó con malas noticias para el Sevilla. Apenas habían pasado dos minutos cuando César Azpilicueta sufrió una molestia muscular que lo obligó a abandonar el campo. Sin embargo, el golpe anímico duró poco, ya que a los 16 minutos Rubén Vargas abrió el marcador con una gran definición, luego de una excelente jugada individual de José Ángel Carmona por la banda derecha.
El primer tiempo fue dominado por los de Matías Almeyda, que parecían tener el control del partido. Mallorca, por su parte, se mostró ordenado, pero sin demasiadas armas ofensivas. Todo cambió en la segunda mitad, cuando los visitantes se adueñaron del ritmo del encuentro y aprovecharon los errores defensivos de un Sevilla irreconocible.
Vedat Muriqi fue el encargado de igualar el marcador al minuto 67. El delantero kosovar aprovechó una pérdida de balón de Gabriel Suazo y, tras una buena asistencia de Jan Virgili, definió con un potente disparo cruzado que dejó sin opciones al arquero local. Ese tanto encendió al Mallorca y descolocó completamente al Sevilla.

Con el empate en el marcador, el equipo dirigido por Jagoba Arrasate se soltó y encontró espacios que antes no tenía. Cinco minutos más tarde, Johan Mojica apareció por la banda izquierda con un desborde que terminó en un centro perfecto para Mateo Joseph, quien recién había ingresado. El atacante español no perdonó y puso el 2-1 a los 72 minutos.
Lejos de conformarse, el Mallorca aprovechó el desconcierto del rival y amplió la ventaja casi de inmediato. Otra vez Mateo Joseph fue protagonista: capitalizó un error en la salida sevillista y, con ayuda de Muriqi, empujó el balón al fondo de la red para sentenciar el 3-1 definitivo. En solo cinco minutos, el joven atacante cambió el rumbo del partido.
¿Se acaba la magia en Sevilla?
El Sevilla, que venía de una importante victoria sobre el Barcelona, mostró su versión más errática y perdió el control en defensa. Los fallos en la salida y la falta de reacción le costaron caro a un equipo que aspiraba a mantenerse cerca de los primeros puestos, pero que terminó cediendo terreno en casa ante un rival en crisis.
Con esta victoria, el Mallorca llega a 8 puntos y toma aire en la lucha por la permanencia. Para el Sevilla, en cambio, la derrota representa un fuerte golpe anímico y deportivo: pasó de soñar con puestos europeos a mirar con preocupación la zona media de la tabla. Una muestra más de que en LaLiga, ningún rival puede darse por vencido antes de tiempo.





