La Selección Mexicana Sub-20 se juega un partido clave en el Mundial de la categoría, donde enfrentará a Marruecos, líder del Grupo C. El resultado será determinante para que el Tricolor mantenga vivas sus aspiraciones de avanzar a los Octavos de Final.
Consciente del reto, el entrenador Eduardo Arce habló previo al encuentro y dejó claro que su equipo está preparado para competir al máximo nivel. El estratega mexicano destacó que el rival africano ha demostrado su calidad en el torneo, aunque también subrayó que el futuro del Tri depende de su propio desempeño en la cancha.

¿Subestima a Marruecos?
“Marruecos nos ha demostrado que eso solo son etiquetas. Conocemos su nivel, pero sabemos que lo que hagan ellos, aún depende de nosotros”, señaló Arce al ser cuestionado sobre el poderío del líder del grupo.
Más allá del análisis futbolístico, el técnico mexicano puso énfasis en un aspecto fundamental: la confianza de la afición. Arce pidió a los seguidores del Tricolor que crean en esta generación de jóvenes, asegurando que el equipo mantendrá su identidad de lucha y entrega.

Mensaje a la afición
“Que crean en nosotros (la afición), seguiremos mostrando el coraje, voluntad e insistencia. Todo lo que califica a este grupo”, expresó el entrenador, en un mensaje que rápidamente se replicó en redes sociales y fue aplaudido por los seguidores.
La Selección Mexicana Sub-20 sabe que necesitará el respaldo de los aficionados en un duelo que promete ser intenso. El equipo no solo enfrenta a un rival fuerte, sino también la presión de conseguir un resultado que defina su futuro en el torneo mundialista.

Para Eduardo Arce, la unión entre jugadores y aficionados es vital en este momento. El entrenador insistió en que la entrega del grupo será la principal carta de presentación, y que el apoyo de la gente puede marcar la diferencia en un partido de vida o muerte.
Con este panorama, México se alista para una prueba exigente en el Mundial Sub-20. La afición espera que el Tricolor dé la sorpresa ante Marruecos y confirme su boleto a los Octavos, respaldando con hechos las palabras de coraje y confianza de su entrenador.





