Ignacio Rivero encendió las alarmas en Cruz Azul después del fuerte golpe en la cabeza que lo obligó a recibir 12 puntos de sutura. Sin embargo, este miércoles el capitán celeste se reintegró a los entrenamientos bajo la supervisión del cuerpo médico.
El propio Nicolás Larcamón reconoció que la participación del uruguayo para el duelo del viernes frente a Juárez aún está en duda.

“Lógicamente recibió un golpe muy fuerte y tuvo 12 puntos de sutura. Sabemos que condiciona su participación, pero también conocemos la estirpe del espíritu de nuestro capitán. Es un jugador que por más tenga lo que tenga, no se va a bajar ni de la convocatoria, ni del partido”, expresó el estratega cementero.

Rivero ha sido pieza fundamental en el esquema de Larcamón, sobre todo por la dupla ofensiva que ha conformado con José Paradela, motivo por el cual su ausencia sería un golpe sensible.
La decisión final se tomará en el último entrenamiento previo al encuentro. Mientras tanto, el capitán ya le expresó a su técnico su deseo de estar disponible para el compromiso frente a los Bravos.





