Peyton, debes irte...

El guion de película hollywoodense, ese que tanto le gusta a la NFL, se dio ayer en el Super Bowl. Peyton Manning, el QB de leyenda se va con su segundo anillo de Campeón en cuatro apariciones. El ‘héroe’ de la edición dorada del Super Bowl tuvo su final feliz, su revancha tras la humillación de hace dos años.

Sin embargo, él sabe (lo reconoció) y millones de aficionados más lo constataron que el triunfo no fue por su desempeño en el terreno de juego. Vamos, ni siquiera lanzó un pase de TD. El tercer anillo de campeonato para los Broncos se debe a su brutal defensiva que tuvo en Von Miller a un digno MVP.

Sin duda, Peyton es un jugador histórico de la NFL, un hombre récord, cuyas marcas son difíciles de alcanzar, pero ayer lo vimos como un pasador sin facultades físicas, sin pases espectaculares, sin envíos precisos, todo eso que lo llevó a la élite de la Liga y que, seguramente, lo pondrán en el Salón de los Inmortales de Canton, Ohio.

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