El pleno del Congreso de la Ciudad de México aprobó el dictamen que prohíbe los cigarrillos electrónicos, vapeadores y dispositivos similares, mediante reformas a la Constitución Política local y a la Ley de Salud capitalina, con el objetivo de garantizar el derecho a la salud y proteger a la población, en especial a los jóvenes.

Las modificaciones incluyen la adición de un numeral al inciso D “Derecho a la Salud” del artículo 9 “Ciudad Solidaria”, un segundo párrafo al numeral 3 del apartado B “Derecho al Trabajo” del artículo 10 “Ciudad Productiva”, así como un cuarto párrafo al artículo 2 de la Ley de Salud de la Ciudad de México. Con ello, se establece que “la Ley sancionará toda actividad relacionada con cigarrillos electrónicos, vapeadores y demás sistemas o dispositivos análogos que señale la ley; así como la producción, distribución y enajenación de sustancias tóxicas, precursores químicos, el uso ilícito del fentanilo y demás drogas sintéticas no autorizadas”.

A nombre de la Comisión de Salud, la diputada Valeria Cruz Flores (Morena) señaló que la iniciativa, presentada por el legislador Alberto Vanegas Arenas (Morena), busca fortalecer el derecho humano a la salud al prohibir actividades vinculadas con vapeadores y drogas sintéticas. Subrayó que los principales consumidores de estos productos en México son adolescentes, casi el doble en comparación con adultos, y que “lo que se inhala no es vapor de agua, sino micro partículas altamente dañinas para la salud”.
No obstante, la congresista Patricia Urriza Arellano (Movimiento Ciudadano) criticó la reforma al considerarla un “despropósito”, y planteó que en lugar de prohibir, se debería regular el mercado para asegurar estándares de calidad y aprovechar un espacio fiscal. Citó estimaciones del académico Jaime Sempere (Colmex), quien proyecta que este mercado podría generar hasta siete mil millones de pesos anuales en impuestos.
Por su parte, Ernesto Villarreal Cantú (PT) alertó que los vapeadores no son una herramienta para dejar de fumar, sino que generan nuevas adicciones potencialmente más nocivas. Recordó que estudios recientes muestran que casi un millón de adolescentes de entre 12 y 17 años en México han utilizado estos dispositivos.
El diputado promovente, Alberto Vanegas, defendió la iniciativa al señalar que se trata de saldar una “deuda histórica” en materia de salud pública y que en la capital “la vida de las personas está por encima de cualquier interés comercial”.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 2011 y 2021 el número de usuarios de vapeadores en el mundo se triplicó, alcanzando los 82 millones, lo que refleja la magnitud de este fenómeno a nivel global.




